viernes 26 de abril, 2024
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Nos equivocamos

Leonardo Vinci
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Por Leonardo Vinci
Recuperadas las Instituciones, asumieron los ediles que habían sido electos en Salto el último domingo de noviembre de 1984. Indignados por los asesinatos del Presidente de la Cámara de Representantes Héctor Gutiérrez Ruiz y el legislador Zelmar Michellini, la Junta Departamental se apresuró a condenar al terrorismo de estado, incluyendo en el nomenclator urbano los nombres de los parlamentarios.
El planteamiento fue uno de los primeros en formularse y ser considerado en 1985. Naturalmente que los curules colorados apoyaron la propuesta, repudiando los crímenes cometidos contra la democracia uruguaya. En circunstancias similares, volveríamos a actuar de la misma manera, pero seguramente seríamos más cuidadosos al modificar el nomenclator. Nos equivocamos al sustituir el nombre del Barón de Río Branco y muy especialmente el de Guayabos, aunque el propio decreto mencionara que dichos nombres deberían pasar a denominar otras calles, lo cual, nunca se concretó. Nuestros mayores- acertadamente- tuvieron el cuidado de denominar calles que corren en el mismo sentido, con los nombres de las gloriosas batallas de Guayabos, Rincón y Sarandí.
El común denominador de todos esos combates fue el General Fructuoso Rivera. Fue Don Frutos quien le dio a Artigas la más importante de las victorias en 1815 en Guayabos. En ese entonces, el ejército artiguista se enfrentó a las tropas centralistas porteñas que ocupaban Montevideo y parte de la provincia desde la rendición de los españoles en junio de 1814. Las fuerzas militares de ocupación porteñas no querían entregar Montevideo a los orientales. El triunfo comandado por el General Fructuoso Rivera en aquella batalla, dio inicio a la primera independencia. Dorrego había emprendido la huida hacia al sur tras la estrepitosa derrota sufrida por sus fuerzas en Arerunguá. «La victoria la había obtenido Don Fructuoso Rivera, Comandante de una de las Divisiones de Artigas», afirma Carlos Anaya en sus memorias. Tan claro resultan los hechos históricos, que luego de la batalla de Guayabos Artigas ascendió a Rivera al grado de Coronel, al tiempo que arrestó y envió a Bauzá a Cuñapirú. Dice Barbagelata que la victoria «llevó al apogeo el poder y la influencia de Artigas; provocó la caída de Alvear, elegido el día antes del combate Director Supremo, y echó las bases de nuestra independencia. Desde entonces fuimos libres de hecho, gobernándonos y dirigiéndonos a nosotros mismos por primera vez. Allí se venció al único pueblo que tenía algún derecho sobre nuestro suelo, como provincia del antiguo virreinato del Río de la Plata.» Guayabos debe volver a nuestro nomenclator. Es una deuda que tenemos con la historia, que los actuales ediles- que tanto se han preocupado en actualizar el nomenclator- deberían abordar.