martes 23 de abril, 2024
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Olla y merendero de Salto atiende a niños y adultos con discapacidad y a jóvenes adictos a la pasta base

Por Andrés Torterola.
La olla y merendero “Yo tengo un Ángel”, surgió ante la necesidad de alimentación de muchos niños del barrio Jaques, específicamente en el Complejo Guaviyú Yatay. Hay muchos lugareños que trabajan en la construcción, otros en la cosecha de naranja, sobre todo parejas jóvenes que temporalmente se quedan sin actividad laboral. En diálogo con CAMBIO la referente del lugar -Ana Lucía Machado- dijo que tiene cuatro hijos con Trastorno del Espectro Autista (TEA), los niños que concurren tienen diferentes discapacidades, pero sobre todo son de condición económica muy mala.
50 COMENSALES
A la olla y merendero diariamente concurren 50 comensales, la mayoría son personas con discapacidad, mujeres que estuvieron en el Instituto Nacional de Rehabilitación y no tienen una actividad laboral fija, también jóvenes que tienen consumo problemático de drogas. El merendero que está ubicado en Salto Nuevo atiende solamente a los adictos a la pasta base. Yo acá entrego a las 21:00 la comida, pero en ese merendero lo hacen a las 23:00 porque es la hora que los adictos andan por el barrio, indicó Machado.
MUCHAS DIFICULTADES
Este merendero recibe la ayuda de los integrantes de la Diócesis de Salto a través del Padre José García y también el apoyo del Colectivo de ollas y merenderos. El barrio tiene 110 viviendas son todas personas trabajadoras, en el momento se está teniendo muchas dificultades porque hubo una integrante de la red de ollas, del barrio Ceibal Sur, que se retiró por lo tanto hay que hacerse cargo de los comensales que concurrían allí, la realidad es que cada vez aparece más gente. El merendero “Yo tengo un Ángel” funciona los días miércoles y viernes, es necesario que todas aquellas personas que tengan la posibilidad de colaborar lo hagan, sobre todo con alimentos no perecederos y ropas, Machado explicó que tiene una piscina que fue donada por una vecina del lugar donde concurren los niños del barrio, ahora le solicitó a la intendencia y también al SUNCA la posibilidad que coloquen en el lugar un sol y sombra, allí también existe un espacio de lectura y juegos para los más chiquitos agregó.
UNA RESPUESTA A LA REALIDAD
El objetivo prioritario en este momento es la posibilidad de adquirir una olla más grande ya que con la presencia de más comensales la que tienen que es de 20 litros no es suficiente.
El próximo 17 de marzo esta olla cumple tres años, y espera continuar trabajando hasta que sea necesario concluyó Ana Lucía Machado. Las ollas populares inicialmente se constituyeron como una forma de organización transitoria vinculadas a las huelgas sindicales y a las tomas de los terrenos, pero en los años 80 adquieren un carácter permanente intentado mayor estabilidad y autosuficiencia frente a la necesidad básica de alimentación. En Salto durante la pandemia aumentó la cantidad de ollas y merenderos, debido al alto índice de desocupación, en este momento se mantienen 22 ollas y merenderos en la ciudad de Salto.