viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Psicóloga advierte que abuso de tecnologías en los adolescentes está generando déficit atencional

Por Karina Izaguirre
Analía Rodríguez, es Licenciada en Psicología y dialogó con CAMBIO acerca de los adolescentes, los dispositivos tecnológicos y el uso que se les da. Muchos pueden preguntarse y opinar sobre si la tecnología es buena o mala, sin embargo el detalle que define eso sería el uso que se le da. Ninguna tecnología es mala, ya que sin ella y sus avances no existiría el mundo tal cual lo conocemos hoy. Lo que sí puede ser perjudicial, y mucho es el uso que se le da. Actualmente, grandes, chicos y adolescentes poseen acceso al menos una pantalla, sea celular, tablet, televisor, etc., sin tomar conciencia de cómo el mal uso de estas interfiere en su cotidianeidad. Su uso está tan naturalizado -que salvo en ciertos grupos poblacionales- adquiere la característica de personales y hasta esenciales.
¿QUÉ ES LO QUE PASA CON ESTO?
Para Rodríguez un mal uso de las tecnologías “tiene sus consecuencias en el cerebro de nuestros hijos. Las cuales acarrean por ejemplo un notable empobrecimiento del lenguaje, déficits y dificultades de atención, lo que puede estar relacionado también, a la baja calidad y cantidad de horas de sueño. Es común ver niños y sobre todo adolescentes que pasan la noche frente a una pantalla, lo que daña sus capacidades cognitivas. Comienzan su día ya cansados de antemano. Frente a una súper cantidad de estímulos, donde es casi imposible para su cerebro en formación esperar, pensar y actuar”, sostiene. Agregó que en un principio se pensó sobre los beneficios de los llamados “nativos digitales”, donde todo solo estaba a un clic de distancia, el conocimiento que podrían adquirir, junto con la velocidad de procesamiento.
INVESTIGACIONES
Explico que “la mayoría de las investigaciones revelan que estamos frente a una saturación de información, imposible de asimilar. Imagínense a los chicos y adolescentes recibiendo muchos estímulos, muchos comandos, pero donde todo se resume a un clic, no procesan la información. No importa. Quieren seguir con el juego, pasar a la siguiente historia y esa forma de vivir en el mundo virtual la trasladan a la vida diaria”, dijo. “Pero en la realidad cotidiana, no todo es tan fácil. No podemos cliquear a las personas y que hagan todo ya o todo lo que yo quiero. Por tanto, no veo como infundado las recomendaciones de la OMS sobre este tema las cuales sugieren el no uso de pantallas antes de los dos años de vida. Y la recomendación del uso máximo de una hora hasta los 5 años. Donde sí recomienda lógicamente, la realización de actividades físicas al aire libre”.
NATURALEZA Y DESCUBRIMIENTOS
“El salir, estar, contactar con la naturaleza, con coetáneos desde edades tempranas, marca su interés por los descubrimientos y experiencias empíricas, enriqueciendo su aprendizaje. El aprendizaje por medio de la experiencia nos deja una marca para siempre. Y si los adultos motivamos éstos, no sólo los chicos ganarán. La pandemia afectó a la población mundial, de eso no hay dudas; y normalizó el uso de pantallas hasta en adultos, la diferencia es que en quienes comenzamos a usar esta tecnología ya de grandes, tenemos marcados ciertos circuitos indispensables en nuestro cerebro. Mientras que otros debieron crecer con este modo de vida actual, y a los adolescentes los golpeó doblemente. Ya que en la etapa de mayores definiciones y donde es extremadamente necesario el contacto con pares para el desarrollo de su personalidad”.