Por Pablo Vela
En nuestra clase política existen personas de bien, responsables, en todos los partidos políticos. De eso no tenemos dudas por lo que la esperanza de estar siempre mejor tiene sustento en las personas que acabamos de describir y que deberían estar siempre en los cargos claves de decisión para un mejor departamento y un mejor país.
Esa actitud de honrar la investidura es la que debemos tener en cuenta a la hora de votar a quienes se postulen a cargos electivos o a los que lo hagan pensando en llegar a cargos de confianza con decisiva participación en la vida de los uruguayos.
Por eso, hay situaciones o actitudes que dejan en evidencia a actores políticos que se manifiestan ante determinados hechos pero lo hacen más preocupados porque van a quedar menos cargos para disputarse ante la ciudadanía y en consecuencia más opciones para el votante, bajando probablemente su caudal de votos para negociar luego un cargo de confianza.
En criollo, se sienten amenazados cuando otro quiere lo mismo que ellos, ser representante de la voluntad del ciudadano y tienen miedo de que el otro sea más atractivo para el votante.
De hecho, ante algunos movimientos que parecen se comenzarán a dar dentro del Partido Colorado en los próximos meses, el único precandidato presidencial del Partido que sostiene su aspiración, celebra la llegada de otros políticos y sigue con su perfil de trabajo es el diputado Gustavo Zubía.
No especula con el escenario que se pueda dar de cara a las internas con unos u otros precandidatos, sigue empujando por lo que cree coherente, justo y de orden cumplir en función del compromiso asumido por los partidos de la coalición de gobierno.
Por ejemplo: la Reforma de la Seguridad Social por ejemplo, necesaria para cualquier político del país que no busque solo rédito político en su discurso, reconocido por exponentes de todos los partidos políticos tiene para nosotros (otra vez) la gran deuda con 180.000 jubilados que se ven perjudicados por el siniestro IASS (engendro del Cr. Astori). Ahí es donde se encuentra el gran obstáculo para que el voto del diputado Zubía sea a favor de la reforma: si no es en la gran reforma, cuándo le cumpliremos el compromiso a esos jubilados que vieron como se les retenían aportes durante sus años de trabajo y que ahora, ya jubilados, ven como se les sigue quitando un porcentaje de su más que merecida jubilación?.
O la ley de tenencia compartida responsable que busca saldar una gran deuda que existe para con los padres responsables que son excluidos de la crianza de sus hijos por las madres de estos con argumentos que muchas veces son endebles o de nula actividad probatoria. Que sea el Poder Judicial quien determine alguna cautela respecto a cualquiera de los progenitores si existieran situaciones que así lo ameriten pero no dejar que uno, en este caso la madre, tome de “rehén” a los menores.
Ambos ejemplos tienen sus costos políticos, no son políticamente correctos, hasta en uno de ellos (Reforma Seguridad Social) el voto del diputado Zubía va en contra de la bancada del Partido pero si no somos frontales y leales a nuestras predicas, a nuestros compromisos, para qué estamos en política?
¿Para qué estarán aquellos que se ponen nerviosos si se postula Juan, Carlos o Pedro? Al contrario, bienvenidos todos los que quieran sumar.
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