Por Pablo Vela
El tiempo, los años y las circunstancias que ha vivido el país en los últimos 3 años comienza a poner en contexto algunos hechos pasados, algunos dichos de algún tiempo atrás, hasta comienzan a conocerse “arrepentimientos” y “reconocimientos” del desastre que generó el Frente Amplio en la economía del país durante los 15 años de gobierno nacional.
No fue sorpresa para muchos ya que el modelo que prometían tenía una mitad de promesas incumplibles, dulces de escuchar pero imposible de cumplir y la otra mitad tenía ya un banco de pruebas en la decadente Intendencia de Montevideo que no hace más que denigrar año tras año la capital del país.
Pero lo bueno es que empezamos a encontrar confesiones de parte de actores del más alto nivel y exposición dentro de lo que fueron las administraciones de la coalición de izquierda.
Según surge de medios de prensa capitalinos, El País y El Observador, el economista Danilo Astori (ex ministro de economía y ex vicepresidente de la República) participó de una actividad de la Universidad Católica del Uruguay y en charla con el economista Javier de Haedo reconoció diferencias dentro del gobierno nacional de la administración Mujica en cuanto a el rumbo de la política económica del país, tiempos en donde hasta se hablaba de dos equipos económicos.
Que existieran diferencias, no es novedad y tampoco sería de mayor importancia si no fuera porque las diferencias eran además de muy grandes también muy notorias por la sencilla razón de que lo que hoy se critica desde el Frente Amplio y se describe como una coalición “para sacar al Frente” lo que hicieron los hoy Partidos Políticos integrantes de la coalición de Gobierno, es lo que es el Frente Amplio: la ya famosa “colcha de retazos” pero de retazos muy pero muy diferentes entre sí que solo los lleva a lograr cargos, aspiraciones personales pero el país, allá, último en la lista de prioridades.
Cuestión que reafirma el propio Astori más adelante en la nota publicada por los medios antes nombrados diciendo que “…el tema fiscal fue fundamental, se gastó mucho y se gastó mal”; alguien en su sano juicio, de manera objetiva, ¿Tenía dudas de lo que hoy expresa Astori?
Porque además, el propio extinto ex presidente Dr. Tabaré Vázquez reconoció haber recibido de Mujica un país en peor estado que el que recibió en su primera presidencia, sumado al reconocimiento del mismo Astori al también extinto Dr. Alejandro Achugarry sobre el manejo de la crisis del 2002.
Entonces, ¿Cómo se explica la euforia de algunos actores políticos del FA ya en campaña, cuando pretenden dar clase a un gobierno que aún con errores, piloteó una pandemia que destrozó economías de muchos países en el mundo, con escasos recursos, los dejado justamente por el Frente Amplio, pero que salió con aire para inclusive sostener el precio de cuestiones que repercuten en el bolsillo del ciudadano directamente como el combustible o hasta la rebaja de impuestos?
El voto, nuevamente el voto, es el que debe ponerlos en su lugar. El resto es pan y circo, ni hablar si lo traemos al escenario local. Gritan, predicen malos resultados pero nunca se concreta una promesa o una predicción de malos resultados.
El nivel de la oposición nacional es bajo, muy bajo pero eso no debe desconcentrar a la coalición de gobierno que en oportunidades parece no entender que la ciudadanía también puede “castigarlos” si no se concretan algunas promesas.
Hay tiempo pero es fundamental comenzar ya a sentenciar asuntos que el uruguayo espera resolver con este Gobierno porque el nivel de la oposición es bajo pero la coalición de gobierno nacional también tiene elementos que sería mejor comenzaran a bajar su perfil.
Algo así como debería pasar a nivel local.
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