Por Pablo Vela
A esta altura del año, a doce meses de las elecciones internas de cada partido político, a un año de que comience el vértigo electoral, vemos con profunda preocupación cómo se descuida el departamento como objetivo de mayo de 2025.
Los motivos los desconocemos, el porqué de la falta de planificación no lo sabemos pero lo que no tiene dos lecturas es que estamos con poco tiempo, que se ha perdido el tiempo en acusaciones personales, en inflar el ego personal pero pensar en Salto por el momento, poco y nada.
Hay cuestiones objetivas e indiscutibles: por un lado es verdad que hay sectores mayoritarios, otros minoritarios, hay sectores con estructuras muy grandes y ya armonizadas, hay actores de mayor incidencia, etc., pero por otro no es menos verdad que el escenario electoral en lo departamental aparenta no estar definido para nadie y que las elecciones departamentales pasadas debieron dejar una enseñanza clara: si dividimos se mantendría a la cabeza de nuestra intendencia una línea política que no tiene ni ideología, ni estructuras de trabajo, se maneja por pago de favores, compra de voluntades, sin importar en lo más mínimo el servicio público.
Porque dejamos que las personas que dependan (directamente o indirectamente) de quienes hoy gobiernan en Salto sean cada vez más, son muchas, miles y convencer a alguien que está en medio de una relación poder-necesidad es muy difícil y nada se le puede achacar a esa persona, no se le puede criticar en nada ni exigir por lo que no hicimos bien nosotros: gobernar.
En definitiva, reiteramos esa necesidad de planificar lo que se viene pero debe hacerse ya.
Dentro del Partido Colorado algún sector ya anuncia precandidaturas a la diputación, está bueno, hay actividad en el partido pero y después? No se puede ir elección a elección si se pretende llegar a las departamentales con una coalición con posibilidades de ganar y gobernar. Es imposible desde lo legal, desde la normativa electoral, entonces hay que “armar” dos equipos, dos propuestas claras para que electores y elegibles ya puedan trabajar en el mejor uso del voto y en la mejor propuesta respectivamente.
Entendemos algunas actitudes porque no es fácil pensar en el colectivo cuando hasta ahora muchos dirigentes se han venido manejando por lo particular, por el interés propio.
La demora solo se puede explicar, hoy en día, con la tranquilidad que pueda tener un sector sabedor de que si hay que salir “a la cancha” de un día para el otro puede hacerlo pero ¿le alcanzaría? Habría que estar muy poco en la calle para pensar que sí, por el contrario, lo claro es que se van a necesitar los votos de todos los sectores dentro del Partido Colorado.
Mientras tanto en Tercera Vía seguimos sumando apoyos, consultas, deseos de éxitos y alguna que otra pregunta incómoda pero seguimos camino a lo que se viene, recibiendo planteos, propuestas e ideas para mejorar a Salto.
Sea el motivo que sea, esperamos que en breve, en lo inmediato cese el tiempo de acusaciones personales y se maneje por los canales correspondientes la discusión impostergable del Salto que queremos a partir de julio de 2024 más allá de lo que ocurra en octubre de 2023.
