É morto “il Cavallieri”: Silvio Berlusconi

Por Pablo Perna
Si se le pregunta a un “Millennials” o a un joven de la “Generación Z” quien ha sido “Il Cavallieri”, Silvio Berlusconi, quien dominara no únicamente la política italiana en 1990 al ser tres veces primer ministro de Italia durante 1994 y 2011, sino también por sus vinculaciones políticas en el mundo, con seguridad no lo conozcan. Se podría decir que era el Donald Trump de aquella época, pero recargado, que a diferencia de aquel provenía de una familia modesta y que llega a ser un hombre multi millonario, falleciendo esta semana con 86 años, con una fortuna que se estima en más de U$S 7.000 millones de dólares y un imperio empresarial – mediático, con más de 20.000 empleados.
Sus excentricidades, con mansiones, autos de alta gama, el buen vestir, popular por sus chistes vulgares y famoso por los escándalos sexuales en fiestas con jóvenes, saliendo a luz una grabación de las tantas orgias donde bailaba el “bunga bunga”; sus vinculaciones con la mafia siciliana y el deporte. Ha sido el Presidente del club de futbol Milán durante 31 años (1986-2017), en tanto, en su presidencia, ganó 28 títulos, por lo que el club deportivo se transformó en el “Milán de Berlusconi”.
Impulsó un estilo de política popular y millonaria que fue imitada por muchos líderes mundiales por el resto del globo. La década de los 90 con la presidencia de Carlos Saúl Menem en la Argentina, fue una clara imitación de la manera de hacer política de Berlusconi, bautizándola a esa época menemista “pizza y champaign”, donde el pueblo podía acceder a riquezas que en el pasado se consideraban imposibles. La clase media empobrecida podían viajar en avión, conocer el mundo, tener un vehículo, salir todos los fines de semana a comer pizza con chaimpang y asistir al teatro a mezclarse con la farándula y los políticos. Todos recordamos a Menem, siendo presidente, llegando a la quinta de Olivos manejando un Ferrari rojo que había sido un obsequio de un empresario italiano; hasta en Salto el Intendente Malaquina adquiría para su Gobierno un Mercedes Benz 0 K, último modelo, y todos veíamos el esplendor y riqueza en la política con total normalidad.
La apariencia de Berlusconi siempre fue impoluta, por lo que al correr de los años se sometió a múltiples cirugías para rejuvenecerse, usaba maquillaje y siempre se hacía acompañar por mujeres jóvenes, en sus canales de televisión, en sus programas siempre aparecían mujeres jóvenes y semidesnudas con la finalidad de conquistar a un público masivo y popular.
En su vida no fueron todos triunfos, también tuvo derrotas políticas y judiciales, al haber sido condenado a prisión por 4 años por fraude fiscal en su empresa; había sido por más de 20 años Senador de Italia y fue expulsado del Senado, pero regresa luego de cumplir con su condena al terreno político, con más fuerza, siendo reelecto Senador y haciendo coalición con Giorgia Meloni quien sale electa y es actualmente Primera Ministra de Italia. Ante estos nuevos triunfos políticos lo bautizan con otro sobrenombre: “Berlusconi I´immortale”.
Como ciudadano italiano he tenido el privilegio de poder votarlo a él y al actual Gobierno italiano. Un claro ejemplo de vida, vivida al extremo, que nunca se ha rendido ante la adversidad. Hoy lo despiden desde Vladimir Putin, calificándolo como “persona querida” y “verdadero amigo”, pasando por EEUU y el Papa Francisco, quien envió un emotivo mensaje a la familia de Berlusconi afirmando: “su Santidad invoca del Señor, la paz eterna para él”. Si lo dice el hombre que representa a Dios en la tierra sobre “il caballieri”, por algo será.