Por Pablo Vela
El comienzo de gobierno de la coalición nacional tenía entre otros grandes desafíos intentar ordenar, cambia el rumbo, reencauzar la Seguridad que nos heredó el gobierno frenteamplista.
De hecho, las cosas comenzaron bien, quienes nos deben proteger se sintieron más apoyados, respaldados, contenidos y con el Dr. Jorge Larrañaga a la cabeza la inseguridad comenzó a bajar en el ranking de preocupaciones de los uruguayos.
Operativos anti drogas exitosos, personal del Ministerio del Interior en las calles, patrullando, operativos de saturación exitosos ingresando en donde el Frente Amplio no ingresaba, no se animaba a irrumpir vaya a saber porque, suponemos que por incapacidad y no por lo que sería de una gravedad extrema: cuidar a algunos “amigos”.
Pero la situación ha ido cambiando y no podemos negarlo ni taparlo, las bandas narcos volvieron a copar barrios, nuevamente se instaló esa sensación de que delinquir no tiene mayores dificultades, vuelve a entrar en escena los menores de edad usados por quienes planifican los ilícitos, comienza a perder respeto nuevamente la autoridad.
Eso no solo que no debiera ocurrir por ser algo de sentido común y lógica, tampoco la coalición de gobierno nacional puede dejar el tema a una oposición inescrupulosa, dispuesta a hacer política con las desgracias que puedan ocurrir y para ello se debe volver a aquel respaldo a quienes deben cuidar a los ciudadanos en general.
Pero como política de Estado que es, la Seguridad debe tener un abordaje complejo y multidisciplinario: Ministerio del Interior, Fiscalía, Cárceles (Unidades Penitenciarias) y otros órganos estatales deben defender el mismo objetivo e ir hacia allí.
Nuestro diputado, el Dr. Gustavo Zubía, con más de 30 años de experiencia en fiscalía y trato directo con delincuentes, saber cómo y que piensan, con conocimiento de cárceles de la capital y del interior, ha generado durante todo lo que va del período una batería de medidas en busca de aplacar la inseguridad pensando en el trabajador, en nuestros menores que ven como hasta para ir o volver de los centros de estudios es peligroso o para que no crezcan con el delito en las noticias como algo natural.
¿Ser más duros? Sí. La defensa de los ciudadanos de bien es la que merece el mayor de los esfuerzos, de todos los operadores: policía, fiscalía, unidades penitenciarias o de reclusión.
En días se desarrollará una interpelación que se venía venir, la del Ministro del Interior Luis Heber que no logró mantener la línea implementada por su antecesor, lamentablemente fallecido, Jorge Larrañaga.
Allí seguramente marcaremos desde nuestra banca lo que vemos mal y sugeriremos soluciones, como lo hacemos desde que asumimos la banca. Por conocimiento que la experiencia entrega, por tratar con la delincuencia, conocer las cárceles como pocos, porque el diputado Zubía lidió con la delincuencia. De hecho ya existen, esperando tratamiento, diferentes proyectos de ley en el Parlamento referente a penas del Código Penal, ley Orgánica Policial y ni hablar de las modificaciones que urgen en Fiscalía.
Ahora, atentos también a lo que pretenda imponer el Frente Amplio que fracasó durante 15 años en Seguridad, sosteniendo a una persona sin credencial para el puesto, con resultados nefastos en el delito que se quiera estudiar, con situaciones tragicómicas: escape del mafioso Rocco Morabito, el lavado de activos que por años llevó adelante Marcelo Balcedo, el gremialista compañero de la Argentina, la imposibilidad de patrullar por la escasez de combustible y lo antes nombrado: ambulancias, taxis y ómnibus dejaron de entrar en zonas donde el Frente Amplio dejó a esos vecinos a la gracia de Dios entre varios, decenas, de errores y horrores.
Entonces, el error remarcarlo, plantear soluciones pero de seguridad el Frente Amplio no puede dar clase porque durante sus gobiernos fueron los años de mayor fracaso en esa materia en la historia del país.
