sábado 9 de diciembre, 2023
  • 8 am

“La Obra Social Don Bosco es luz en el barrio, donde los niños pueden encontrar una casa, un patio y una capilla”

Por Melisa Ferradini
En la década de 1930 el P. Agustín Aschieri, salesiano, Párroco de la Parroquia del Carmen, adquiere dos terrenos ubicados en el barrio Cien Manzanas de la ciudad de Salto. Allí se construye luego una capilla de chapas y dos canchas de fútbol, en las que los domingos de tarde se reunían los chicos y muchachos del Oratorio Festivo. En 1963 la Sra. Luisa Gallino de Avellanal hace una donación para que se construya allí una obra social, en memoria de su madre, Teresa Solari de Gallino. La piedra fundamental se coloca el 28 de julio de ese año. La obra, con una hermosa capilla y amplios salones, es inaugurada el 24 de mayo de 1964. En 1983 el P. Martín Ponce de León, constatando las necesidades del barrio -y apoyado por un grupo de damas- abrió una guardería y un comedor para ancianos. En 1994, mediante un convenio con el INAME, hoy INAU la guardería pasa a ser un centro CAIF. Más adelante comienza también el «Club de niños”. Finalmente, en 1995, con el apoyo del «Fondo de las Américas», se inicia un programa de capacitación laboral para adolescentes, que actualmente también es subvencionado por INAU.
-¿Cómo llegó a ser director de la Obra Social?
-Cada 3 años más o menos nos van rotando. En el año 2018 me enviaron a Brasil, a Belo Horizonte a estudiar Juventudes a la Facultad de los Jesuitas, allí están especializados en eso. En setiembre recibo un correo electrónico de mi superior Alfonso Bauer y me comunica mi envío a la Obra Social Don Bosco. A mí en lo personal no me gusta vivir este rol de dirección sino más bien de animador yo lo defino así me gusta más. El director más bien dirige bajando líneas. En principio no soy tan así, me gusta y me identifico en ser animador. Animador de una comunidad donde la primera actitud es de escuchar, la de ver la realidad y de ahí poder responder. Animar a otros a que se muevan a que sigan adelante.
-La Obra Social Don Bosco el 24 de mayo cumplió 59 años de labor en la comunidad. ¿Cuáles han sido las premisas para el gran trabajo que realizan?
-Lo primero son los jóvenes y las familias más vulnerables. Ellos son los primeros destinatarios que tiene la obra, las cuales se brinda todos los días. En la zona tenemos varias familias así y niños también. El fenómeno de la pandemia hizo que desde la obra pudiéramos salir de la institución y encontrarnos con la gente de los barrios; Quiroga y Esperanza. Eso hizo que las familias y niños comenzaran a ser referencia a la obra. Hoy en nuestros distintos proyectos hay muchos niños y adolescentes de esos barrios. La obra es mucho más que proyectos, pero trabajamos en los siguientes: CAIF en convenio con INAU, el Club de Niños y el Centro Juvenil, Convenio de Adolescentes en conflicto con la ley con INISA. Son 480 personas que atendemos todos los días.
-¿Cómo es el día a día de trabajo y cuáles son las áreas del mismo?
-La obra está las 24 horas abierta para la atención de las personas que la necesitan. El día comienza a las 7 y 30 cuando comienzan a llegar los educadores del CAIF. En la mañana funciona una gran parte del mismo junto con Experiencia Oportuna. Alrededor de las 12 ya comienzan a llegar los niños para la escuela para el Club de Niños y a las 13 comienza la actividad del Club De Niños y el Centro Juvenil. También en la mañana funciona el “Proyecto Magone” – era un adolescente tremendo que lideraba una barrita que un día Don Bosco se encontró con él y lo transformo -son los adolescentes en conflicto con la ley. En la tarde de 13 a 17 continúan los proyectos. También tenemos el costurero. Hay 2 ex -alumnos del Centro Juvenil que hemos conseguido una propuesta de arreglar pallets con el frigorífico. Ahora tienen una unipersonal, trabajan aquí en la obra le brindamos el espacio. Están las “Legionarias de María” son señoras que vienen 1 o 2 veces a la semana a rezar el Rosario pero también son las encargadas de visitar a las familias donde hay algún enfermo o donde necesitan algo y se encargan de hacerles llegar. Están las “Mamas Margaritas”- así se llamaba la mamá de Don Bosco que lo ayudaba y compartía la misión con el- que son las que le dan una mano al cura que esta. Se mueven en otras acciones y cuestiones que muchas veces otros no lo pueden hacer. Ellas se encargan y dan las soluciones. Están también los grupos de Catequesis, los Oratorios y los grupos de Confirmación.

“El carisma salesiano te desafía a estar más abierto a la realidad de los jóvenes”

-El pensamiento y la acción de Don Bosco es el motor principal de la vida de la obra. ¿Cómo ha sido transmitir ese legado a la comunidad y sus integrantes?
-Lo más satisfactorio para un religioso salesiano es primero cuidar el carisma. El carisma salesiano es el espíritu que lo identifica y que es la opción por los jóvenes más pobres. Es la opción por todos los jóvenes, en especial lo más pobres y en situación de peligro. Lo más grande de un religioso Salesiano es hacer vivir eso a todos los educadores, transmitir eso. Después cuando cambien al cura que todo eso se perpetúe en el tiempo. Eso es lo más grande para mí que se perpetúe el carisma y que siga más vivo y actualizado. Te desafía estar más abierto a la realidad de los adolescentes y los jóvenes. Don Bosco decía…”estén siempre alegres” y en eso consiste la santidad. Es un desafío muy grande en estos tiempos.
-La obra es grande y recibe mucho apoyo. ¿Cómo logran llevarlo a cabo?
-Gracias a Dios la Obra dentro de lo que es la ciudad de Salto tiene un reconocimiento muy importante y lindo. El año pasado desde la Junta Departamental nos declaró de interés departamental y la han reconocido por toda esta acción social que ya tiene y del compromiso con la gente. Nosotros tenemos el apoyo material haciendo referencia a la ropa, colchones, electrodomésticos, etc., sino sobre todo el tema dentro de lo que es la comunidad educativa, cada educador esto lo siente como su casa. El cuidado de las cosas, el transmitir a los niños que esto es de ellos es un desafío lindo y es algo que se vive todos los días.
-Si usted tuviera que definir a la Obra. ¿Cómo la definiría?
-Yo la defino como una luz en el barrio. Donde los niños pueden encontrar una casa, un patio, una escuela y una capilla. En cada encuentro con esas características encuentran a personas que quieren lo mejor para cada uno. En estos últimos tiempos quieren que cada uno se haga protagonista de su propia vida. Que cada uno busque su propia luz que la tiene. Que cada persona que entre a esta casa encuentre eso; casa, patio, escuela y parque.