
Por Melisa Ferradini
Leandro Marziotte es salteño. Tiene 39 años. Vivió siempre en el centro. Realizó la primaria en la Escuela No. 3 José Pedro Varela, la secundaria lo cursó en el Colegio Salesiano y el bachillerato en el Liceo No.1 IPOLL. En la UDELAR durante 2 años estudió dirección de coro. A la vuelta de su casa vivía una profesora de piano que se llamaba Elsa Iurato, ella daba clases de piano y tenía un coro que en su momento era el coro del ANGLO. Cantó en ese coro durante 6 años, desde muy niño lo hacía. También junto a Amalia Zaldúa que había creado un coro “Cantares de Niños” ahí también cantó. En el año 2003 se trasladó a vivir a Montevideo, ahí junto a su guitarra cantaba en bares, restoranes haciendo música popular y boleros. Estudió en el Conservatorio de Estrasburgo, Francia donde obtuvo el diploma. Luego llevó a cabo una licenciatura y más tarde viajó a Holanda a realizar un máster. En diálogo con CAMBIO, el contratenor salteño nos relata el gran trabajo que realiza en Europa, en todo el mundo y del gran amor que siente por lo que hace.
-¿De dónde viene su pasión por la música?
-Mi madre toca la guitarra y siempre le gustó la música. También componía canciones para distintas situaciones, eventos con los amigos y siempre que había una reunión en casa la guitarra estaba presente. Creo que viene por ese lado aunque no se ha dedicado mi madre profesionalmente a eso. La veta artística viene por ahí. Por esos lados viene la pasión por la música.
-¿Cómo se presenta profesionalmente el 2023? ¿Tiene nuevos proyectos en perspectiva?
-Este 2023 ha sido un año súper cargado como nunca. He tenido proyectos en distintos lados. Comencé el año presentando mi nuevo disco que es inédito. Es música que compuse yo. En general me dedico a cantar música ya escrita, sobre todo del período barroco, música clásica. He viajado al sur de Alemania a la cuidad de Constanza, ahí tuve un recital con la Orquesta Filarmónica. En México, estuve casi 2 meses cantando en el Palacio de Bellas Artes que es el Teatro principal, la Ópera Nacional Mexicana. En este mes viajo a Canadá a realizar 3 conciertos. Tengo otros trabajos en otros países. Hay proyectos que surgen con anticipación y otros que surgen a último momento. Es un trabajo impredecible, hay momentos de mucha actividad y otros momentos que no.
-La técnica del contratenor ha evolucionado mucho últimamente. ¿Cómo definiría su estilo?
-La voz del Contratenor no es muy común. Es un registro vocal que utiliza la voz de cabeza se le dice. Utiliza los resonadores más agudos, todo el mundo tiene la posibilidad de emitir estos sonidos. La diferencia es que se trabaja y se estudia. El canto general es una forma de gritar adiestradamente, es como tener el control de ese sonido porque claro en un teatro nosotros no tenemos micrófono ni nada. Simplemente con nuestro volumen y nuestra capacidad de trabajar el aire y la proyección hacemos que la voz pase en los teatros. Es una voz que canta muy agudo.
-¿Qué siente cuando se conecta con el público?
-Nosotros somos un mecanismo de conexión entre lo que el compositor quiso decir y el público. Lo que pasa con el arte musical es un arte vivo. La música es algo que sucede. Es el vivir el momento, es único. No se repite por eso es tan emocionante. Me encanta tener proyectos y cantar en todo el mundo. Siento que en los países latinoamericanos la gente tiene ese agradecimiento especial que en Europa no aprecian tanto al estar malacostumbrados a tener acceso a los mejores conciertos todo el tiempo.
-¿Dónde se siente más cómodo transmitiendo su estilo en óperas, conciertos o recitales?
-Son 3 modos que me encantan y que cada uno tiene su parte buena. Lo que tiene el recital es que es organizado por uno mismo. La mayor parte de las veces te preguntan que es o quieres cantar, que te quedaría bien, es un acuerdo con el pianista o con la orquesta. En la opera tienes que cantar un rol indicad, no tienes márgenes. Hay que cantar lo que está escrito. En los conciertos pasa un poco de lo mismo. En el recital uno canta solo. Cuando canto en una ópera me siento muy a gusto y me encanta la actuación también. La ópera es una mezcla de todas las artes.