En un esfuerzo conjunto por la conservación del medio ambiente, el predio de la institución deportiva de San Isidro, ubicado en la Costanera Norte, se ha convertido en el escenario de una reforestación de especies nativas. Esta iniciativa, posible gracias a la cesión del predio por parte de la Intendencia al club, ha dado lugar a un proyecto enriquecedor que combina la preservación de la flora autóctona con el disfrute recreativo y deportivo de la comunidad.
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA
El secretario general de la Intendencia de Salto, Tec. Univ. Gustavo Chiriff, dijo que, «la reforestación, realizada en colaboración con niños y niñas provenientes de diversas escuelas, representa un paso significativo hacia la restauración ecológica de la zona». Este proyecto ejemplar demuestra cómo la colaboración entre la sociedad, las instituciones deportivas y las autoridades locales puede generar impactos positivos en el entorno natural.
Además de los beneficios climáticos, la reforestación tiene el potencial de preservar especies en peligro de extinción. Un bosque en recuperación restaura la pérdida y degradación del hábitat, lo que representa una amenaza para la salud de las especies. La deforestación daña y destruye los hábitats por la erosión. La restauración forestal puede revertir el daño causado por esta. Las cuencas hidrográficas regionales, un recurso vital para el desarrollo humano, afectado negativamente por la deforestación, pueden volver a la vida mediante la reforestación.
