sábado 4 de mayo, 2024
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Abogados: ¿Qué sería de la sociedad sin nuestra existencia?

Dr. Pablo Perna
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Dr. Pablo Perna

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Por el Dr. Pablo Perna
Se dice que a la familia se la conoce en las sucesiones, a la pareja en los divorcios, a los padres en las pensiones alimenticias, a los hijos en la vejez de los padres, al amigo cuando no devuelve el dinero que le prestaste, al patrón y al empleado en los juicios laborales, al médico en las malas praxis, al socio cuando pretende quedarse con algo que no le corresponde, y así sucesivamente vemos en los diferentes sucesos de la vida la verdadera esencia de las virtudes y miserias humas.
En todos estos episodios de controversia y conflicto, que en muchos casos llevan al estrés, enfermedad y muerte de la persona, nos preguntamos: ¿qué sería de la sociedad si en el medio del caos no existieran personas que den claridad y protección en el medio de la tormenta?
Dice en los diez “Mandamiento del Abogado” de Eduardo J. Couture, en su artículo primero: “Estudia: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado”. En cumplimiento de este primer mandamiento los abogados para ser cada día mejores debemos de actualizarnos y seguir estudiando constantemente, y por este motivo es prácticamente obligatorio concurrir a congresos y seminarios que se realizan esporádicamente, donde concurren los mejores a nivel país en cada área para exponer sus actualizaciones.
Ejemplo de ello es lo que sucederá hoy en la tarde y mañana en la Universidad de la República sede Salto con el Derecho Comercial, donde asistirán los catedráticos más relevantes a exponer sobre la actualización del derecho en materia empresarial. Abriendo el acto estará a cargo del Decano de la Facultad de Derecho y los temas puntuales que se verán serán concursos, que trata sobre las empresas concursadas y los derechos de sus acreedores, entre ellos los laborales; los conflictos societarios y los impactos de las SAS en la actualidad, el control de lavado de activos, derecho a la competencia, entre otros.
Aquí, catedráticos, jueces, fiscales y abogados nos encontramos compartiendo diferentes momentos, experiencias y conocimientos; en una República pequeña, de pocos habitantes, donde todos nos conocemos, el expectante podrá decir que en estas reuniones “se cocinan los juicios”, “pactan”, “acuerdan”, “son una mafia”. No podemos descartar que estos hechos no acontezcan, pero claramente no es la finalidad, ni el objetivo; si bien es importante el relacionamiento, cada buen profesional sabe dividir su rol y desempeño en el ejercicio de la profesión.
Un viejo docente nos decía mientras éramos estudiantes, que los abogados somos como los boxeadores, abajo del ring podríamos tener muchos amigos, pero arriba siempre deberíamos intentar noquear a tu oponente, por más amistad que existiera entre ambos. Luego en la práctica profesional, con casi 20 años de ejercicio de la abogacía, comprendí las enseñanzas del viejo profesor, por ese motivo uno de mis mandamientos del Abogado predilectos es el noveno, que dice: “OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras cargando tu alma de rencor, llegara un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota”.
Uno lo entiende y lo comprende, uno vive, duerme y se despierta con el derecho, lo difícil es que lo comprenda la persona que lo observa de afuera; pero lo entienda o no, siempre necesitara de un “buen abogado” para cuando necesite conocer verdaderamente a la persona que tiene al lado.