El vínculo crucial entre el precio del novillo y el ingreso por exportación en la industria ganadera ha llegado a un mínimo sin precedentes en casi una década, según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Carnes (INAC). Esta relación, conocida como la Relación Hacienda Exportación, se ha mantenido en constante declive durante la última semana y ha alcanzado su valor más bajo desde enero de 2014.
Las cifras más recientes indican que la Relación Hacienda Exportación para el novillo se promedia en 0,808. Este valor se encuentra significativamente por debajo del promedio histórico de 0,934 y del 0,962 registrado en el mismo período del año 2022. La Relación Hacienda Exportación es un indicador calculado por INAC semanalmente, y se basa en promedios móviles (3 semanas) de los precios promedio de la hacienda en dólares por kilogramo en cuarta balanza (ponderados) y el ingreso medio por exportación de carne bovina en dólares por kilogramo de peso canal (ponderado).
Si bien el índice oficial elaborado por INAC tiene en cuenta los animales de corral en el precio de la hacienda, algunos actores del sector toman como referencia un valor de 2,96 dólares por kilogramo para el novillo, como lo sugirió la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) la semana anterior. Utilizando esta referencia, junto con el precio de exportación de 4.166 dólares por tonelada, el diferencial se profundiza aún más: en las últimas 4 semanas, ha disminuido del -20% al -29%.
Este preocupante panorama refleja una realidad en la que, mientras el precio por tonelada de carne exportada ha disminuido en un 12% desde principios de junio hasta principios de octubre, los valores de la hacienda gorda han caído alrededor del 25% durante ese mismo período.
El sector ganadero se enfrenta a desafíos significativos que afectan tanto a los productores como a la industria en su conjunto. El bajo precio de la carne de exportación y la caída en el valor de la hacienda son factores que, sin duda, han atraído la atención de los protagonistas del sector. La búsqueda de soluciones y estrategias para mitigar esta situación se ha convertido en una prioridad para mantener la salud económica de la industria ganadera en Uruguay.
El sector está evaluando diversas estrategias y medidas para abordar esta situación, lo que incluye la posibilidad de buscar equilibrio y estabilidad en el mercado, permitiendo que tanto los productores como la industria sigan prosperando en un entorno desafiante. Con la mirada puesta en el futuro, la industria ganadera uruguaya continúa trabajando arduamente para superar estos obstáculos y mantener su estatus como uno de los principales actores en la economía nacional.
