Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Representante ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682.
Una vez más y como todos los años el verano llega y una vez más como siempre en Salto el calor se hace sentir más que intensamente, para los que andamos en la calle trabajando se hace complicado ya que después del mediodía, incluso antes, el sol quema la piel de una manera evidente y uno debe procurar cualquier sombra que al menos evite esto, no el calor por supuesto. En los perros en particular el efecto del calor se ve a simple vista ya que estos al no sudar y depender del jadeo para regular la temperatura interna lo hacen de una manera intensa que denota lo mal que lo pasan, de tarde es casi imposible trabajar con ellos y con algunas razas aún en la mañana se debe hacerlo temprano si no tampoco sería posible. Aún así entonces siendo tan evidente, y que cualquier persona con un poco de sentido común se da cuenta de esto, no entiendo como existen personas que actúan de una manera tan desaprensiva con los animales y con los perros en este caso particular. Es frecuente ver perros en las cajas de camionetas al rayo del sol mientras sus dueños van a resguardo con vidrios oscuros y aire acondicionado, uno ve al pobre animal ir de un lado a otro pues el piso queda tan caliente que no es posible estarse quieto, peor aún, atan perros junto a una casilla al rayo del sol, 24 7, asumiendo que de esta manera estarán bien; el problema que la temperatura dentro de este resguardo más indicado para la lluvia es muy alta, sobre todo teniendo en cuenta que los techos generalmente son de chapa como se puede ver muchas veces en zona de chacras, perros padeciendo sin ningún tipo de utilidad ya que perro atado… Y aunque aquí escribimos sobre perros es obligación mencionar también los caballos en la ciudad, en el predio junto al supermercado grande que hay en la zona cerro y sus adyacencias atan al rayo del sol caballos que al mediodía se arriman a la pared en busca de una sombra que no existe, provocando indignación e impotencia por no poder hacer algo al respecto. Supuestamente existe una institución que se dedicaría a controlar que esto no pase, pero, bien gracias. Tal vez si se dedicaran a salir a recorrer con las bonitas camionetas que tienen para fiscalizar como lo hacen los inspectores de tránsito sería posible al menos reducir tanto mal trato, tal vez si empezaran a dejar una advertencia y si hay reincidencia aplicar una bonita sanción económica para que aprendan sería posible mejorar en algo. Conversando amablemente con una persona cercana al tema me decía que al menos sería bueno que cumplieran una pena como limpiar baldíos o plazas, pero sinceramente no pienso que funcione, somos hijos del rigor, cuando nos tocan el bolsillo lo sufrimos y escarmentamos, por lo menos la mayoría. Los animales instintivamente buscan el lugar más fresco a disposición cuando hace calor, basta observar en el campo como las vacas se apiñan junto a un pequeño árbol para tratar de escapar del calor agobiante que pese a que no es suficiente para todas es mejor que nada. No hay que ser muy sagaz para darse cuenta algunas cosas, frecuentemente observo cuando me detengo en una esquina con un perro que al darle la orden de echarse este observa donde hay una sombra cercana y va hasta esta a hacerlo, la naturaleza es sabia. Tal vez si los que se deberían encargar de esto tuvieran más experiencia práctica y no tanta académica, tal vez si al menos hicieran más trabajo de campo y menos de oficina, tal vez así los animales y los que los vemos pasar mal pasaríamos mejor.
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