viernes 3 de mayo, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando: Las cosas como son

Por Armando Guglielmone Instructor canino – educador etólogo Representante de ovejeros alemanes von schutzmann Contacto : 098 539 682
Normalmente al salir con perros a la calle sabemos que seguramente este irá a hacer sus necesidades así que la mayoría procuramos estar prontos para recogerla o para que lo haga en un lugar donde no haya vereda “de baldosas” ya que a nadie le gusta pisar caca de estos. La orina no representa un problema ya que esta se evaporará y según recuerdo en un decreto creo que de mediados de los 2000 no la punía tampoco. Personalmente procuro que los perros aprendan a hacer en donde yo elija y cuando yo quiero, por supuesto que muchas veces la necesidad apremia y esto no es posible pero mayormente funciona. En este escenario tenemos a las personas que discurren por la calle de las cuales una muy mínima parte nos mirará con mala cara o incluso nos dirá algo referente a que los perros ensucian, aunque estemos bolsa en mano esperando a limpiar. De cualquier manera no dándole mayor importancia lograremos que no nos afecte el resentimiento y malhumor de estas. Esta suerte de rutina me ha llevado a prestar atención y a observar cuanto tiempo demora en “desaparecer” la materia que los perros dejan, haciendo trabajo de campo he podido ver que en un lapso de días, semanas en el peor de los casos, el sol, el viento, la lluvia desintegran está transformándola en abono, es decir nutriendo la naturaleza. Pero lo interesante es lo que hay alrededor de la materia orgánica dejada por los perros, por todos lados hay botellas, bolsas, colillas de cigarrillo, cajas de vino y otras cosas que mejor no nombrar por ser asquerosas. Estos residuos tirados a discreción por las personas demoraran en algunos casos cientos o incluso miles de años en degradarse, haciendo mucho peor el lugar donde vivimos. Lo que pretendo al describir esto no es aceptar que los perros hagan su necesidad en cualquier lado y que nadie diga nada, lejos de eso estoy. Lo que pretendo es comparar lo que ensucia un animal que por razones fisiológicas o instintivas debe hacerlo con un ser humano que sin tener motivo lo hace adrede por desidia, incultura e ignorancia. A modo de ejemplo, hace unos días cruzando el puente de la costanera sur con una par de perros venía de frente una pareja en moto y el conductor alegremente lanzó una bolsa con basura al arroyo riéndose mientras lo hacía como si hubiera hecho algo súper cómico. Son esos momentos en los cuales me doy cuenta lo sucia que es gran parte de la sociedad y me entra el fastidio cuando pienso en las dos o tres personas que tienen el descaro de echarnos en cara que nuestros perros…ensucian? Tal vez deberían aprender de ellos y ser más limpios, no ensuciar sin motivo y tratar de ser más educados. Junto a lo que queda de la pista de atletismo del liceo IPOLL hace un buen tiempo pintaron una frase haciendo alusión a los perros que hacen sus necesidades y “ensucian”, lo gracioso de esto es que allí siempre hay basura amontonada, crónica, pero… La frase dice: “No tires basura, demuestra tu cultura. La caca de tu perro ensucia nuestro predio”. En fin.