sábado 11 de mayo, 2024
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Microinjertación de Cítricos: para prevenir el HLB

La microinjertación de cítricos emerge como un baluarte en la lucha contra el Huanglongbing (HLB), una enfermedad que actualmente pone en jaque a la citricultura mundial. Este método no solo evita la propagación del HLB, sino que también asegura la sanidad del material vegetal utilizado, de acuerdo a un trabajo presentado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
¿Cómo se Realiza la Microinjertación de Cítricos?
La microinjertación sigue pasos meticulosos, partiendo de un portainjerto y utilizando el meristema apical caulinar. A diferencia de los injertos convencionales, este proceso se lleva a cabo en laboratorio, con estrictas medidas de desinfección y esterilización. La clave reside en la utilización de una cámara de flujo laminar, que garantiza condiciones asépticas.
Obtención de Portainjertos:
Siembra in vitro de semillas certificadas.
Cultivo de varetas de las variedades a sanear en fitotrón.
Obtención de portainjertos mediante corte y preparación.
Extracción del Meristema:
Retiro de hojas para exponer el ápice meristemático.
Corte horizontal por debajo del segundo o tercer primordio.
Colocación en el portainjerto, evitando contacto con los vasos conductores.
Desarrollo del Microinjerto:
El plantín resultante se coloca en un tubo de ensayo con medio de cultivo.
Crecimiento en condiciones controladas.
Emergencia de las primeras hojas en 25-35 días.
Sobreinjerto:
Cuando el microinjerto tiene 2-4 hojas desarrolladas, se sobreinjerta en un portainjerto vigoroso, como limón rugoso.
Garantizando la Sanidad
A pesar de su eficacia, la seguridad del material microinjertado se garantiza mediante diversos métodos de diagnóstico, incluyendo:
Diagnósticos Serológicos: DAS ELISA para el virus de la tristeza de los cítricos (CTV).
Testajes Biológicos: Utilización de plantas indicadoras para virus y viroides.
Diagnósticos Moleculares: Esenciales para viroides y bacterias.
Cumplimiento de Normativas
Los controles de sanidad se ajustan a los estándares de la DGSA/MGAP, alineados con pautas internacionales.
Aunque no incluyen el diagnóstico para HLB, la eficacia del protocolo ha sido demostrada mediante diagnósticos biológicos y seguimiento a lo largo del tiempo.
La microinjertación se consolida como una estrategia fundamental en la prevención del HLB, la amenaza más apremiante para la citricultura a nivel global.
Este método no solo resguarda las plantaciones sino que también promete un futuro más saludable para la industria citrícola.