Por Daniel Dalmao
Durante la campaña electoral pasada, los partidos políticos que, coalición mediante, están hoy en el gobierno, utilizaron algunos lemas-promesas que les resultaron muy “exitosos”. Particularmente este, el de la promesa de darnos, a las y los uruguayos,” los mejores 5 años de nuestras vidas” si accedían al gobierno, es muy recordado. Nos parece interesante relacionar esta promesa electoral (¿O ilusión?) con aquellos temas donde más énfasis hicieron estos partidos, ya sea para la crítica al gobierno frenteamplista como para prometer soluciones, y a su vez contrastarla con la situación actual.
Unos de los temas más recurrentes en ese sentido fue el de la “inseguridad”. Lograron instalar exitosamente en nuestra sociedad que “todo estaba mal en cuanto a la seguridad” y sobretodo que esa situación era exclusiva responsabilidad del Frente Amplio (FA). Según su visión de la realidad de entonces, el problema central era que el FA no sabía o no podía “ejercer la autoridad”. El latiguillo “¡Renunciá Bonomi!” fue pronunciado un sinnúmero de veces. Con el mismo énfasis decían una y otra vez que ellos si sabían cómo hacerlo, que solo era necesario un cambio de actitud, de mostrar firmeza y de darle confianza a la policía. Así de seguros se mostraban respecto a tener la solución.
Es necesario señalar que esta visión de la problemática de la inseguridad contó con la generosa colaboración de los grandes medios de comunicación en cuanto a su profusa difusión. Cada hecho delictivo, sobre todo los de consecuencia más grave, era mostrado infinidad de veces, se interpelaba implacablemente a las autoridades del momento, a los vecinos se les preguntaba “que sentían” ante la ola delictiva, etcétera, etcétera.
Era muy difícil escuchar o leer algún análisis que ofreciera otra mirada, más profunda, que ayudara a entender porque nuestra sociedad pasaba por esos problemas de convivencia y de aumento de los delitos y de la violencia. No parecía importar que esta problemática no era exclusiva de nuestro país sino que se repetía, y generalmente mucho más acentuadamente, en otros, particularmente nuestros vecinos latinoamericanos.
Vale decir también que este enfoque y este accionar político no es novedoso para nada. Lo utiliza la derecha en todo el mundo. Están convencidos que “si la gente tiene miedo, vota derecha”. Por eso exacerban el miedo y no dudan en señalar a los “monstruos” que generan esos miedos. Actitud muy básica pero efectiva.
El tema es que, ya van 4 años de su gobierno y resulta que no resolvieron para nada la inseguridad en nuestro país. No era tan fácil y no sabían tanto, tan claro como eso. Los delitos siguen y no es cierto que “volvieron las carteras”. Lamentablemente los asesinatos son cosa de casi todos los días (mientras escribimos esto nos llega la tristísima noticia del asesinato de un niño de 8 años).
Queda en evidencia entonces el uso político-demagógico de la inseguridad. ¿Asistiremos nuevamente a este espectáculo? ¿Seguirán las promesas de nuevos planes, de nueva medidas mágicas que traerán la solución? ¿Se harán responsables o seguirán culpando al anterior gobierno?