viernes 26 de julio, 2024
  • 8 am

«No es una gaviota que vino a hacer un verano, estamos para quedarnos»

Mucho se ha hablado de Salto Fútbol Club, que ya lleva tres temporadas en su retorno a la AUF, pero casi nada se sabía de sus gerenciadores. Poco después de decidir que el técnico de primera será Álvaro Pastoriza y de que Ceibal tuviera intención de fusionarse pero una asamblea lo rechazara, dialogamos con uno de los socios.
-La gente no los conoce, así que sugiero que empecemos por la presentación de la sociedad.
-Mi nombre es Sebastián Murillo, somos socios junto a Claudio Sappio en una empresa en Montevideo hace 18 años. Nos dedicamos a suministro de productos y servicios en los rubros de energía, agua potable, petróleo y Defensa. A este negocio lo tenemos en Uruguay y en toda América Latina. Tenemos una plaza bastante sólida en Uruguay pero estamos más dedicados al exterior. Quiero poner en contexto que el negocio es sumamente próspero, serio y alejado del fútbol. Ninguno de los 2 tiene actividad futbolística ni pasión por ningún cuadro, ni vamos al estadio para ver a nadie.
-¿Hay intención de no nombrar la empresa?
-Para nada, nuestra empresa es IDM en Uruguay y para el exterior se llama Genersol. Trabajamos para el Estado, así que no tenemos publicidades ni en redes sociales, aparte solo vendemos a excepción de a Salto Grande, que es cliente en algunas cosas por estar relacionados con la energía.
-¿Cómo surgió la idea de Salto Fútbol Club?
-Tengo amistad con Gonzalo Silva desde hace más de 10 años. És ex jugador y siempre ha estado vinculado al fútbol, en representación de jugadores y me insistía con unirme. En 2019 lo empecé a apoyar económicamente para traer a jugadores a Montevideo. En 2020 surgió que, en vez de traerlos reflotáramos Salto FC. Él me comentaba siempre que era un club que había participado en el fútbol profesional. Era un proyecto muy bueno porque es ilógico que una plaza de la que salen un montón de jugadores totalmente reconocidos no tuviera su fútbol en AUF. Me interesó el proyecto, me gustan los desafíos, le dije que sí. En eso conocí a Braian (De Barros) también y terminé involucrando a mi socio, porque somos así en estos proyectos, cuando entra uno después entra el otro.
«30 MILLONES DE DÓLARES AL AÑO»
-Hace poco se intentó fusión con Ceibal. Consulté a ellos y no sabían por cuánto tiempo la sociedad anónima cubriría los presupuestos.
-Lo pensamos en el largo plazo. Sí, fue algo que se preguntaban en Salto. Se esperaba que el primer año subiéramos y como no lo hicimos nos retirábamos, pero no pasó. Al segundo año y al tercero pensaban lo mismo. Creo que ahora se dieron cuenta que estamos para quedarnos. De hecho el proyecto ha ido creciendo; el primer año jugamos en primera, el segundo pusimos cuarta y quinta, el tercero pusimos tres categorías, este año ponemos césped sintético, llevamos técnicos de Montevideo. Todos los años vamos incorporando cosas. Así hacemos las cosas; cuando empezamos nuestra empresa éramos 2 personas, ahora somos 60; facturamos 30 millones de dólares al año y seguimos trabajando todos los días para seguir creciendo, metiéndonos cada vez en proyectos más grandes.
-¿Han firmado algún contrato con el club por el gerenciamiento?
-El tema es que somos cuatro socios, porque Gonzalo y Brian son socios minoritarios. Tenemos el compromiso de llevar esto adelante, ellos enfocados en la parte deportiva y nosotros en la gerencial. Entendemos que un equipo de fútbol deber ser autofinanciado, independiente de la venta de jugadores o de entradas. Tiene que tener propios ingresos, la fuente debe estar asegurada. Hoy el 80 o 90% del presupuesto se financia con aportes nuestros. Estamos armando una estructura, con sponsors y buscando acuerdos con empresas internacionales para hacer que el proyecto sea autofinanciable, no que sirva solo cuando se venden jugadores.
-¿Cuando nació la idea eran concientes que en Salto hay un recelo grande contra el surgimiento de un club profesional?
-Sí, algo de ese problemca manejamos. Hubo una experiencia hace 20 años que algunos apoyaban y otros no, pero de la manera que estamos trabajando creemos que va a ir cambiando. Estamos interactuando cada vez más con la sociedad y si bien puede haber rechazo a que dos montevideanos estén en el fútbol salteño y a algunos les hubiese gustado estar ellos, cada vez hay más actividades e interacción. Si un club no nos presta un jugador, también está lo que piensa el jugador, que puede jugar en un césped sintético, entrenar en un gimnasio de 200 m2 como el que estamos construyendo, jugar en un cuadro profesional, cobrar sueldos en tiempo y forma, tener la posibilidad de viajar por todo el Uruguay, medirse con equipos de la ‘A’ y la ‘B’. Capaz decide seguir jugando en el cuadro del barrio, pero a medida que vean que esto no es una gaviota que va a hacer un verano y se va a ir, va a venir con nosotros. No es algo inmediato. Pensamos que al ascenso lo íbamos a lograr antes, es la realidad, pero vamos a lograrlo. El acercamiento que tuvo Ceibal es muestra de que estamos en el camino correcto, que no es un impulso, sino algo serio y estable.
-Hay temor a que se les reste público, importancia, y también desde la gente e incluso medios de prensa están en contra del profesionalismo desde siempre.
-Soy conciente de eso. La semana pasada hubo elecciones en Ceibal y a la gente que quería fusionarse prácticamente la sacaron y creo que hasta recibieron amenazas a través de redes sociales. Nos reunimos con los dirigentes, plantearon condiciones, dijimos que sí, era todo beneficio, documentado, ellos querían avanzar, pero tuvieron que dejarlo.