miércoles 8 de mayo, 2024
  • 8 am

Bergara y los números: cuando el contador hace agua

Carlos Arredondo
Por

Carlos Arredondo

12 opiniones

Por Carlos Arredondo
El pasado 22 de febrero entrevisté, en mi programa de Radio Salto, al senador y pre candidato presidencial del Frente Amplio, Ec. Mario Bergara, a quien suponía más consustanciado con los grandes temas del país. Digo esto debido a que demostró un total desconocimiento sobre los excesos de muertos que durante 2021 y 2022 se produjeron.
Quienes tienen el coraje de seguir, y leer, estas columnas quincenales saben que ese fue el tema con el que abrimos este ciclo de escritos en CAMBIO, el pasado 21 de noviembre: Entre 2021 y 2022, en Uruguay fallecieron15.214 personas por encima del promedio esperado (Fuente MSP):
En 2021 41.168 (+ 26.7 %) y en 2022 39.322 (+21 %). Allí también les decía que el promedio de fallecidos por toda causa desde el año 1997 era 32.743 (±6.7%).
Lo cierto es que Mario Bergara no tenía ni idea de lo que yo le estaba hablando. Su agenda de temas, dijo, son el empleo, la seguridad, el narcotráfico “temas que son los que le preocupan a la gente, y así nos lo hacen saber”, afirmó.
Es llamativo que un senador de la República que pretende ser Presidente, no sepa que cuando un tema permanece escondido del público jamás va a ser una preocupación colectiva, pero bueno, con la ayuda de uno de sus acompañantes, quien le acercaban papelitos escritos a mano, con números extraídos de un celular, Bergara intentó ensayar alguna explicación…Solo lo intentó.
Aquella oportunidad fue propicia para que una de las personas que acompañaban al pre candidato, se comprometiera a consultar con “los compañeros que manejan el tema”, para hacerme llegar información sobre el asunto, si bien no tenían ni idea de lo que les estaba hablando, su postura fue de “Vos estas equivocado y nuestros compañeros echarán luz a este asunto”.
Para hacértela corta: Al final me hizo llegar un audio de alguien que dice esto: “Si, Las cifras de estadísticas de mortalidad bruta para esos dos años, coinciden con las cifras oficiales del Ministerio, solo que ellos le atribuyen a efectos colaterales de la vacuna. Pero con ese trabajo se demuestra que en realidad efectivamente existió un aumento de las muertes en 2021, y un poco menor en 2022, a partir de ese concepto que son las muertes evitables por covid, que fue lo que dice ese artículo y lo que dice el estudio, también. En suma: Se coincide que aumentó la mortalidad hace dos años, pero la causa no es la muerte por derivaciones de la vacunación sino por las muertes que no se evitaron, por Covid19, por no haber tomado las medidas pertinentes sobre la movilidad, etc. (…) Básicamente es eso: Aumentó la mortalidad, pero la causa no es por la vacunación, sino que es muertes por covid que pudieron haber sido evitables…”
El audio llegó acompañado de un artículo de prensa del portal La Diaria y un informe técnico que refieren – en ambos casos- a las muertes evitables por covid.
El asunto es que pensar que hubo gente que se murió porque salió de su casa, no se lavó las manos con alcohol en gel, o no usó tapabocas, empezó a hacerme ruido. Mi escaso sentido común comenzó a decirme que si hubiesen muerto 15 200 personas por esta causa, la pandemia habría dejado de ser por covid19, para pasar a ser de “muertes evitables”
Frente a este ruido busqué una segunda opinión. Recurrí al médico bioestadístico, Dr. Javier Sciuto, a quien lo sé absolutamente consustanciado con la realidad pandémica y mirando con lupa cada situación que de ella se desprende.
Para Sciuto es bien claro: “Más allá del disparate de muerte evitables por COVID (como dice este señor), nunca se realizaron autopsias (es la forma más precisa de confirmar el diagnóstico de muerte causada por vacuna (…) además contamos con la elocuencia de Ursula Vonder Leyen (presidente de la Comisión Europea) quien confirmó en el parlamento Europeo que nunca se estudió la transmisión viral en personas vacunadas (razón por la cual no sirven), incluyendo el ensayo clínico de Pfizer del 2020 que la FDA y EMA autorizaran su uso de emergencia con un 0,84% de eficacia bruta y no el 95% de eficacia relativa al placebo (…) También habla de medidas oportunas como ser diagnósticos correctos (está demostrado el fracaso del PCR en función del CT que se diagnostique, en nuestro país se utilizaron hasta 40 ciclos lo que genera alta tasa de falsos positivos). Por último, se debe tener en cuenta algo que vengo sosteniendo desde el 2022: se está vacunando a la gente contra la variante original (alfa o de Wuhan) siendo que en el 2022 la variante que circulaba (según los relatos) era la Delta, en otras palabras, se vacunó contra algo que no había; esto configura mala praxis y un error que se considera delito”.