Dr. Pablo D. Vela Gadea
Salteños, viviendo ya la última semana de marzo, una semana de reflexión para algunos, de descanso, semana Santa, semana de Turismo, semana criolla para otros, en fin, semana que en cualquiera de sus acepciones nos significa tranquilidad, serenidad, paz, descanso. De golpe, en cuanto a lo político se refiere, toda la calma y la alegría que puede significar militar para el partido político que sea, se rompe con dos apariciones públicas que causan inclusive a nivel nacional el sentimiento de desagrado más profundo que pueda existir dentro de la política: el abuso, el abuso de situaciones, el abuso de posiciones de poder frente a quienes carecen de defensa contundente o piensan que lo carecen, cuestión que hablaremos más adelante. Dos agrupaciones del Frente Amplio, al parecer afines al Intendente Lima, quedan al descubierto cambiando militancia por terrenos en uno de los casos y en el otro, denuncia realizada por una edil del propio Frente Amplio (hecho a destacar), militancia a cambio de dinero en efectivo, bebidas espirituosas, “unos choris” y alguna cosita más. Para no quedarse atrás, los funcionarios de la Junta Departamental de Salto, denuncian al Presidente de dicho órgano por “violencia de género, sindical y presiones laborales”, en éste caso vale acotar, el edil Marcirio Pérez expreso defensor de la candidatura de la Ing. Carolina Cosse. ¿Nos sorprende? ¡No! No nos sorprende si es lo que venimos comentando semana a semana, si es lo que ya ha salido a modo de informes en medios capitalinos con testimonios de personas, con detalles irrefutables pero además no nos sorprende porque ¿de qué otra manera podría hacer campaña política en Salto el Frente Amplio quien no genera una idea, proyecto, no presenta una planificación, en el área que sea? Lo cierto es que la financiación de la campaña del Intendente Lima sigue saliendo de nuestros impuestos, todos los salteños seguimos colaborando con sus paseos intrascendentes para el departamento; además de seguir despilfarrando dinero en contrataciones sin justificación, sin ir más lejos sus dos últimos asesores de campaña: viven en Montevideo, le pagamos todos los salteños. ¿Por qué? Páguelo de su bolsillo Lima, tiene derecho a armar su grupo de campaña, claro que sí pero páguelo ud., de su bolsillo.
Despilfarro, a veces por gastos que no redundan en beneficios de los salteños, otras porque las personas designadas no son capaces de generar un proyecto departamental para sacar a Salto de la oscuridad que hoy vive y por decir que hicieron algo, gastan sin ton ni son, gastan para decir que hicieron algo. ¿Qué si en los partidos tradicionales también se juega con la necesidad de la gente? Sí, siguen existiendo esos casos, que repudiamos, que rechazamos y con la tranquilidad de que la 9007 del Partido Colorado sin esas situaciones de miserables y especuladores operadores políticos viene muy bien porque la transparencia y frontalidad del Diputado Zubía, la humildad y el compromiso de Marcelo Malaquina y las propuestas reales, alcanzables que venimos presentando desde el equipo de la pre candidatura a la diputación de la 9007 son bien recibidos por la gente. No serán éstas las últimas noticias respecto al especulador, al abusador de poder, inclusive aparecerán de varios partidos políticos. Pero allí aparece la defensa del salteño que más arriba nombramos: el voto, el voto que ya en junio le debe marcar a esa persona que pretende comprar voluntades con terrenos, vino, chorizo y algo más que la esencia de la gente vale mucho más que eso, que ya no seguirán en puestos de “abusos” porque por ideas, reiteramos no van a llegar, solo les queda la compra obscena del voto.