domingo 12 de mayo, 2024
  • 8 am

Aldeas Infantiles SOS realizó actividades enfocadas en la prevención del maltrato hacia niños y adolescentes

Por Andrés Torterola
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Maltrato Infantil y Adolescente, Aldeas Infantiles SOS Salto, en los diferentes convenios con INAU, ha estado trabajando activamente con 777 niños y adolescentes, junto con sus familias, mediante diversas modalidades de atención. Estas incluyen el Centro de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF) Nuevo Don Atilio, Nuevo Uruguay, CAIF San Eduardo, Salto Nuevo Sur, Club de Niños, equipos de atención en territorio (ETAF), cuidado residencial y protección especial de 24 horas.
CONTRA LA VIOLENCIA
Durante esta semana, se llevaron a cabo una serie de actividades en cada centro, tales como marchas por el barrio con la participación de familias, niños y otras instituciones, entrega de folletos con información relevante, trabajos en las salas con los niños y adolescentes, talleres con las familias, creación de canciones, juegos enfocados en la prevención del maltrato, desayunos con referentes familiares para abordar la temática, y la integración de niños y adolescentes en cuidado residencial en la campaña «Nos Jugamos Contra la Violencia», en colaboración con diversas instituciones. En comunicación con CAMBIO la directora de Aldeas Infantiles S.O.S en Salto Nancy Borghi, destacó aún más el compromiso con el bienestar de los niños y adolescentes, e informó sobre la instancia de encuentro de adolescentes para constituir el Primer Comité Adolescente en el Programa. “Es fundamental recordar que el cuidado y la protección de los más jóvenes es una responsabilidad compartida entre el estado, la familia y la comunidad”, agregó.
CONSECUENCIAS
DEVASTADORAS
En Uruguay, uno de cada cinco niños vive en la pobreza. Aunque esto no siempre implica maltrato por parte de sus familias, refleja la violencia estructural que enfrentan al carecer de las condiciones materiales necesarias para un desarrollo adecuado. La escasez de recursos económicos afecta negativamente los entornos de crianza, limitando el acceso a vivienda, alimentación, salud, educación y recreación de calidad. En nuestro país, la desigualdad social tiene consecuencias devastadoras, exponiendo a los niños a la violencia en sus comunidades, en ocasiones, con resultados trágicos.
REVERTIR SITUACIÓN
Es crucial abordar estas condiciones estructurales para proteger a la infancia y la adolescencia, y solo al revertirlas podremos fomentar un cambio cultural que beneficie a toda la sociedad, indicó. Es hora de enriquecer nuestras promesas con acciones concretas. Debemos asegurarnos de no comprometer el futuro y de proteger el presente de cada niño, niña y adolescente. Cada uno de ellos tiene un valor incalculable. Es fundamental trabajar para mejorar y ampliar nuestras acciones en este sentido, concluyó Borghi.