
Por Melisa Ferradini.
El biomagnetismoo magnetoterapia es un enfoque terapéutico cada vez más popular que utiliza campos magnéticos para promover la salud y el bienestar. Esta práctica se basa en la premisa de que el cuerpo humano tiene un campo magnético propio y que cualquier desequilibrio en este campo puede causar enfermedades o malestar. A través del uso de imanes y dispositivos magnéticos, se busca restaurar el equilibrio energético del cuerpo y promover su capacidad de auto-curación. Marisel Calfani es Masajista Profesional, Técnica en Biomagnética y Consultora en Biomagnética, egresada de la Escuela de Biomagnetologia, Círculo Azul Camet de Argentina. En esta entrevista con CAMBIO, cuenta en qué consiste el biomagnetismo, cómo la fuerza magnética que se utiliza en muchos diagnósticos y qué herramientas se utiliza en cada terapia para mejorar la calidad de vida de cada paciente.
-¿Cómo llego al biomagnetismo?
-Siempre he sido naturalista y ecologista. En mis 60 años, rara vez he visitado al médico, siempre priorizando métodos naturales. A pesar de eso, recomiendo a mis pacientes que sigan visitando a sus médicos para controles periódicos, ya que es importante para su tranquilidad y la mía. Es importante destacar que no hay ninguna enfermedad o problema de salud que no se pueda tratar con el biomagnetismo, siempre que se aplique de manera profesional. Esta terapia trabaja con el cuerpo para que sea el propio organismo el que se cure. Incluso en casos de depresión, los resultados pueden ser sorprendentes, transformando la vida de las personas. Envejecer es inevitable, pero el biomagnetismo puede ayudarnos a hacerlo de manera sana y equilibrada.
-¿Puede contarnos en qué consiste esta terapia?
-El biomagnetismo es una terapia que utiliza imanes profesionales para tratar diversas patologías. Los imanes que utilizo tienen una carga de 4.000 gauss y un alcance efectivo de 1.000 gauss en el cuerpo. La terapia se basa en el uso de diferentes tamaños de imanes según la patología del paciente. Realizamos un estudio previo y, además del diagnóstico médico, hacemos nuestro propio diagnóstico con los imanes, ya que estos nos indican cuál es el problema específico del paciente.
-¿Cuáles son las causas comunes por las que los pacientes acuden a su consultorio?
-Los pacientes llegan por una variedad de razones, ya que el biomagnetismo es un tratamiento sistémico que trabaja con todos los sistemas del cuerpo: circulatorio, respiratorio, endocrino, nervioso, digestivo, etc. La función de los imanes es lograr el equilibrio de estos sistemas, ya que creemos que la enfermedad es resultado de un desequilibrio energético en las células.
-¿Cómo es una sesión y cuál es su duración?
-La primera sesión dura aproximadamente una hora y media, ya que tengo que realizar un diagnóstico completo y planificar el tratamiento. Las sesiones subsecuentes suelen durar entre una hora y una hora y diez minutos, dependiendo de la persona y la patología. Acompaño la terapia con masajes profesionales, lo que potencia los efectos de los imanes y acelera los resultados.
-¿Puede contarnos algún caso particular que haya tratado?
-Un caso notable fue el de un niño autista que llegó a mi consultorio con diez años. Tenía un diagnóstico severo y múltiples problemas, incluyendo anemia y falta de comunicación. Después de empezar el tratamiento en abril, en julio ya había logrado avances impresionantes: comenzó a comunicarse, jugar con otros niños, y mejorar en la escuela. Al final del año, fue elegido como abanderado por sus compañeros. Este tipo de resultados demuestran el impacto positivo del biomagnetismo.
-¿Hay alguna restricción de edad para recibir este tratamiento?
-No, no hay restricciones de edad. Tratamos desde recién nacidos hasta adultos mayores. Los niños responden muy rápidamente al tratamiento, y en los adultos mayores, la terapia puede cambiar significativamente su calidad de vida, ayudándolos a reducir su dependencia de medicamentos.