Por Andrés Torterola
Trabajadores del SUNCA de Salto en comunicación con CAMBIO indicaron que fueron convocados a la Dirección Nacional del Trabajo (DINATRA) debido a un conflicto que persiste en la obra de UTE, la cual está siendo ejecutada por la empresa china SEMEC. Los representantes sindicales señalaron que la convocatoria tenía como objetivo ratificar un acuerdo previamente negociado en el ámbito tripartito, con la participación de los trabajadores, las cámaras empresariales y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). Este documento, que ya había sido discutido y pactado, debía ser firmado el pasado jueves, quedando a la espera de una respuesta por parte de UTE, la entidad propietaria de la obra.
DIFERENDO
El conflicto se centra en la situación de los más de 500 trabajadores chinos y aproximadamente 20 ecuatorianos que la empresa SEMEC ha traído al país. Según los sindicalistas, estos trabajadores han sido trasladados bajo la premisa de ser mano de obra calificada, con la responsabilidad de realizar trabajos en alturas superiores a los 50 metros. Sin embargo, se ha denunciado que las condiciones en las que están trabajando son inadecuadas y peligrosas.
TENSIÓN ENTRE LAS PARTES
Los trabajadores están alojados en una estancia ubicada en la ruta 26, donde las condiciones de vida dejan mucho que desear. Los sindicalistas han reportado que muchos de estos trabajadores no están recibiendo una alimentación adecuada durante la jornada laboral y que, en algunos casos, ni siquiera se les proporciona agua potable. Estas denuncias han generado una profunda preocupación sobre la seguridad y el bienestar de los trabajadores, lo que llevó al SUNCA a insistir en la necesidad de que UTE y el MTSS como responsable de la obra, ofrezca una respuesta concreta y rápida sobre las medidas que se tomarán para garantizar condiciones laborales dignas y seguras. La situación ha generado tensión entre las partes involucradas, y se espera que el documento ratificado en DINATRA sea un paso hacia la resolución del conflicto. No obstante, los trabajadores y sus representantes sindicales se mantienen vigilantes, exigiendo que se cumplan las normas de seguridad y salud en el trabajo, así como las garantías mínimas de bienestar para todos los obreros, independientemente de su nacionalidad.
VULNERABILIDAD ABSOLUTA
La indignación de los trabajadores ha alcanzado un punto crítico debido a la falta de celeridad en la respuesta por parte de las autoridades y la empresa. A pesar de las intensas lluvias registradas en días recientes, los trabajadores continuaron subidos a las torres, exponiéndose a condiciones extremadamente peligrosas y sin el amparo necesario.
Esta situación revela un estado de vulnerabilidad absoluta en el que se encuentran estos obreros, quienes, a pesar de las adversidades, siguen cumpliendo con sus labores sin recibir el apoyo y las garantías de seguridad que merecen.
La situación actual no solo es inaceptable, sino que también es una violación flagrante de los derechos laborales básicos.
