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Obra Social Don Bosco en Salto celebra los 150 años de la presencia salesiana con una “correcaminata abierta”

Por Melisa Ferradini.
La Obra Social Don Bosco cumple 61 años de trabajo ininterrumpido en Salto. Lo que comenzó como una iniciativa salesiana vinculada al Colegio Don Bosco, hoy es un verdadero motor de transformación social para cientos de niños, adolescentes y familias. Juan Ignacio Goñi, Licenciado en Psicología y actual Director de la obra, encarna el espíritu de servicio y cercanía que caracteriza a esta comunidad. Su vínculo con el mundo salesiano comenzó siendo adolescente, como exalumno del Colegio Salesiano y miembro activo de los grupos del oratorio. En diálogo con CAMBIO nos cuenta como es el trabajo que se lleva a cabo y como es el día a día de este espacio social que tiene un gran impacto en la comunidad.
LA OBRA
La obra se ha consolidado como un espacio fundamental en Salto. “Por sus puertas pasan alrededor de 450 gurises cada semana”, relata Goñi. De lunes a viernes, unos 300 niños y adolescentes reciben allí sus principales comidas del día y participan en distintas propuestas educativas y sociales. La estructura actual está organizada en torno a cuatro convenios: el CAIF (niños de 0 a 3 años), el Club de Niños (de 4 a 11), el Centro Juvenil (de 12 a 18), y el programa Miguel Magone, dirigido a jóvenes en conflicto con la ley penal, en convenio con el INISA. La propuesta se extiende también al fin de semana, con actividades de catequesis, movimiento scout y oratorios. Uno de ellos, el “Oratorio Sueño de Don Bosco”, funciona actualmente en el barrio La Esperanza, donde todos los sábados jóvenes voluntarios cocinan y comparten el almuerzo con más de cien niños de esa zona.
EL EQUIPO DE TRABAJO
En la obra trabajan 50 personas contratadas entre técnicos, docentes, psicólogos, asistentes sociales, psicomotricistas y personal de cocina y limpieza. Además, hay un grupo de más de 80 voluntarios que apoyan distintas tareas: clasificación y venta solidaria de ropa, organización de canastas alimenticias para personas en situación de calle, acompañamiento en la cárcel de mujeres, entre otras. Empresas del medio, el Banco de Alimentos y organizaciones como FRUTURA también colaboran con insumos para reforzar esta tarea colectiva.
LA EDUCACION
La educación es uno de los pilares de la propuesta salesiana. Hace algunos años, la obra dejó de ofrecer talleres de herrería, cocina o carpintería —que competían con la oferta de UTU— y pasó a fomentar activamente la continuidad educativa. Hoy, por ejemplo, acompañan a una joven que logró ingresar a la universidad a estudiar Trabajo Social. Para quienes no logran insertarse en la educación formal, siguen existiendo opciones de formación práctica, como el nuevo espacio de barbería, muy solicitado por los adolescentes. El acompañamiento es integral: desde útiles escolares, championes y ropa, hasta la ayuda para hacer los deberes o reforzar hábitos de estudio. Todo con un solo objetivo: que cada niño y adolescente pueda desplegar todo su potencial.
CORRECAMINATA PARA CELEBRAR
En el marco de los 150 años de la presencia salesiana en América Latina, los 61 años de la Obra Social Don Bosco en Salto y los 30 años del programa Miguel Magone, el próximo sábado 7 de septiembre se realizará una corre caminata abierta a toda la comunidad. Habrá recorridos de 3 y 5 kilómetros, y la consigna es simple: participar, acompañar y celebrar. Se entregarán remeras conmemorativas y habrá actividades pensadas para todas las edades. Las inscripciones ya están abiertas en las redes sociales de la Obra Social Don Bosco, tanto en Facebook como en Instagram, y también a través de las páginas del Centro Juvenil y del convenio Miguel Magone.