Por Andrés Torterola
Un grupo de usuarias del Centro de Rehabilitación Psicosocial de Salto solicitó atención médica psiquiátrica el 2 de julio de 2025. La consulta fue agendada para el 16 de octubre a las 13:30 horas, pero al presentarse en el consultorio fueron obligadas a esperar durante un largo tiempo. Según relataron, en determinado momento la funcionaria que se encontraba en el lugar se retiró sin brindar ninguna explicación a los seis usuarios presentes.
CENTRO
El centro, ubicado en Avenida Líber Seregni 179, atiende a personas con problemas de salud mental. Una de las usuarias -que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias- contó a CAMBIO que, alrededor de las 15 horas, una nurse salió del consultorio y se retiró sin informarles qué había sucedido ni cuándo serían atendidos nuevamente por un médico. “Hay una medicación que no me está funcionando, por eso tengo urgencia de ver a un médico, y Salud Pública no nos atendió”, expresó la usuaria.
PENSAR EN SUICIDARSE
La entrevistada manifestó su profundo malestar por la situación vivida y expresó que resulta contradictorio que “tantas veces se hable de la importancia de la salud mental y, sin embargo, nos traten de esta manera, ignorándonos”. Señaló que nadie les avisó que ese día la médica no asistiría, lo que generó frustración entre los pacientes. Agregó que en varias oportunidades se han colocado carteles solicitando a los usuarios tratar con respeto a los profesionales de la salud, pero —según afirmó— “son ellos mismos quienes, muchas veces, destratan a las personas que concurren al centro; la amabilidad debe ser recíproca”. Visiblemente afectada, la mujer sostuvo que ha pasado por situaciones muy difíciles en los últimos tiempos, que la han llevado a un agotamiento emocional profundo: “Estoy cansada, y por momentos he llegado a pensar en el suicidio. La atención que se brinda a los usuarios en este centro de salud mental es mala” indicó.
CADENA DE ERRORES
La entrevistada añadió que entre las personas que esperaban la consulta se encontraba una señora de 73 años, otra usuaria que había acudido con su nieta, quien presenta serios problemas de salud mental, y varios pacientes más que aguardaban ser atendidos por la psiquiatra. “Esa consulta que perdimos no la vamos a recuperar jamás”, afirmó. Profesionales de la salud consultadas señalaron que no se trata solo de un caso aislado, sino de un problema que afecta a todo el sistema. Explicaron que en muchos centros las trabajadoras deben asumir tareas que corresponderían a varias compañeras que se encuentran con licencia médica, lo que sobrecarga al personal y deteriora la calidad de la atención. También mencionaron ejemplos de profesionales que participaron en cursos de capacitación en la Universidad de la República (Udelar) se enfrentaron a la falta de insumos básicos, reflejo de una situación de precariedad generalizada que —según advirtieron— genera una cadena de errores y afecta directamente a los usuarios.
