Por Andrés Torterola
La feroz agresión sufrida por el cuidacoches Miguel Ángel Núñez provocó profunda indignación en la comunidad salteña, especialmente entre quienes lo conocen y valoran por su bondad, educación y dedicación al trabajo. El hecho, que ocurrió en circunstancias aún bajo investigación, generó además la inmediata reacción del Sindicato de Cuidacoches de Salto, cuyos integrantes expresaron su preocupación por la falta de seguridad y el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran muchos de sus compañeros.
TREINTA Y TRES
Y ARTIGAS
Núñez desarrolla su tarea diaria en la intersección de calles Treinta y Tres y Artigas, uno de los puntos muy transitados del centro de la ciudad. Los vendedores ambulantes y comerciantes de la zona, quienes lo ven todos los días cumpliendo su labor, manifestaron su tristeza y repudio ante lo sucedido. “Miguel es un hombre tranquilo, respetuoso y querido por todos, siempre está dispuesto a dar una mano”, expresó una de las vendedoras que dialogó con CAMBIO.
DESPROTEGIDOS
Según comentaron hay una leve idea de quién pudo haber sido el o los agresores, aunque dijeron mantener cautela hasta que se revisen las cámaras de seguridad instaladas en la zona, que podrían resultar fundamental para identificar al o los responsables del ataque. “Es increíble que una persona como él, que no molesta a nadie, tenga que pasar por una situación así. La violencia está desbordada”, agregó otro vecino. Por su parte, el presidente del Sindicato de Cuidacoches de Salto, Víctor Mezzetti, señaló que apenas tuvo conocimiento del hecho, se comunicó con el resto de los trabajadores para informarles la situación y comenzar a definir medidas concretas. “No podemos quedarnos de brazos cruzados. Lo de Miguel es un ejemplo claro de lo desprotegidos que estamos los cuidacoches. Muchos de nuestros compañeros son personas mayores que dependen de esta tarea para llevar unos pesos más al hogar.”
