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Fotografías antiguas de Salto: Así era la Villa del Salto: censo de 1833-1834

Ranchos de palo a pique de la Villa del Salto, en la esquina de Sarandí (hoy Amorim) y Arapey (hoy Brasil.) En exhibición Museo del Hombre y la Tecnología.

Por Cary de los Santos Guibert 
El primer censo realizado en Salto revelaba una población de 1.315 habitantes. La villa se parecía a otros pueblos de la época: pocas casas de material con azotea —las de Moreyra, Souza y Zimmermann— y la mayoría eran ranchos o edificaciones sencillas. Los maestros albañiles Juan Franco, Juan Oriental y el paraguayo Juan Alcázar impulsaban las nuevas construcciones.
EDUCACIÓN E IGLESIA 
La instrucción pública dependía del Ministerio de Gobierno. Una escuela primaria funcionaba bajo la dirección del preceptor Juan Miguel de Carlos, con un salario de 45 pesos mensuales. También existía una escuela particular regenteada por un indio misionero llamado Mariana. La iglesia todavía era un rancho y el cura párroco era José Félix Bernal, correntino de 71 años.
COMERCIO, OFICIOS E INDUSTRIAS
Las actividades comerciales crecían: había 55 comerciantes, carniceros, zapateros, sastres y carpinteros. Destacaba un indio misionero, José Mairana, al frente de un saladero que daba empleo a 40 obreros. Las mujeres elaboraban jabón y velas, industrias caseras comunes en la villa. También funcionaban un café y una casa de billar de José Zimmermann.
SALUD Y VIDA COTIDIANA
Aunque no había médico ni boticario, buena parte de la población estaba vacunada contra la viruela. La vida social se concentraba en el puerto y en los comercios del Ejido del Salto.
EL PUERTO: MOTOR DEL PROGRESO
La importancia de la Villa del Salto radicaba en su puerto, con intensa actividad fluvial. Operaban chalupas, balandras, zumacas y goletas. Entre las embarcaciones se encontraban la «Misiones», «Flor del Paraná», «Carmen», «Isabel», «Piedad», «Regina», «Intrepida», «Santa Rita» y «República». En 1826 sólo existía un funcionario de Aduanas; para 1834 el Receptor ya ganaba 80 pesos y contaba con diez guardas.
LA VILLA HACIA 1859
Para entonces el Salto Oriental tenía entre 500 y 600 casas de material y más de 5.000 habitantes. Existían pulperías, almacenes, hornos, fábricas, un saladero, cafés, posadas y numerosos talleres. La villa dejaba atrás su aspecto rural y se convertía en un núcleo comercial clave del litoral, con dos bancos: Salto y Comercial y la Compañía Oriental de Navegación a Vapor «Salteña» con los nuevos vapores Salto y Montevideo.