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¿Uruguay puede identificar el origen exacto del corte de carne que presenta residuos?

La detección de residuos de Fluazurón en carne bovina exportada a China volvió a encender las alarmas y reabrió un debate de fondo sobre la responsabilidad en el uso de garrapaticidas, los controles del Estado y la capacidad del país para identificar el origen preciso de cada corte cuando aparece un problema de inocuidad.
En este sentido el MGAP anunció medidas sancionatorias a los productores involucrados, sin embargo, las noticias sobre la investigación de los involucrados en la caja detectada en China dan cuenta de ocho predios visitados y donde se detectó la ausencia de las planillas sanitarias. Si recordamos eventos anteriores, el caso más sonado fue la detección de Ethión en un container en Estados Unidos, donde en su momento se revisaron más de cien predios para detectar los involucrados. 
Teniendo en cuenta estos casos cabe preguntarse si ¿Uruguay puede identificar el origen exacto del corte de carne que presenta residuos? 
Hace algunos años atrás, cuando el Dr. Luis Alfredo Fratti, ejercía el cargo de presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), se realizaron varias presentaciones en distintas ferias internacionales, donde el consumidor podía leer un código QR, en cual se brindaba la información del productor que había producido el corte de carne en el plato. 
En este sentido, el Dr. Fratti, al ser consultado sobre esa dificultad de definir los involucrados, luego de haber promocionado que la trazabilidad de la cadena cárnica uruguaya puede alcanzar ese nivel de precisión, dijo que la situación es más compleja, "si en el contenedor va carne de muchos productores, se nos complica, porque tenés que ver cuál fue".
La trazabilidad individual asegura el seguimiento del animal desde su nacimiento hasta la faena; sin embargo, la identificación del trozo de carne específico en una caja de exportación se vuelve más difícil. En este sentido un integrante de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), explicó que hasta la quinta balanza es viable mantener la trazabilidad individual, sin embargo, desde ese punto de la playa de faena hasta la salida de la caja empaquetada, el sistema tiene un costo muy alto, que, hasta el momento ni la demanda, ni las industrias están dispuestas a absorber.