lunes 10 de febrero, 2025
  • 8 am

Insomnio

César Suárez
Por

César Suárez

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Por Dr. César Suárez
Cada organismo se adapta a las rutinas que cada uno le imponga y a las condiciones ambientales que le ha tocado vivir y en este sentido los que vivimos en Salto, a pesar de que sufrimos en cada verano las condiciones que nos impone las altas temperaturas, terminamos por acostumbrarnos y seguimos nuestras rutinas, pero cuando recibimos un visitante, no acostumbrados a este clima, les resulta insoportable, en otro extremo, en países en los que están acostumbrados a temperaturas bajo cero, a nosotros nos resultan insoportables pero los nativos de esos países toleran ese clima sin problema. Cada organismo tiene un rango de tolerancia dentro de ciertos límites de acuerdo a la capacidad de adaptación.
En cuanto a las rutinas, las sociedades han ido modificando las costumbres uno observa que las personas se duermen cada vez más tarde vinculado sobre todo a disponibilidad de pantallas electrónicas cuyo estímulo genera excitación y condicionan adicción y retrasan la conciliación del sueño.
Entonces, cada organismo se va adaptando a las rutinas que cada uno le impone y algo de eso me ha sucedido a mí que durante 40 años me despertaba a las 5 de la mañana para comenzar mi consulta en el hospital que comenzaba puntualmente a las 6 horas, pero un día, como todo en la vida, cada etapa se termina, llegó, como no podía ser de otra manera, el momento de mi retiro y ya no tuve necesidad de despertar tan temprano pero mi organismo no lo entendió así y me seguí despertando siempre la misma hora a pesar de no ser necesario.
Ya pasaron 5 años que finalicé mi actividad laboral a nivel de Salud Pública, pero parece que mi reloj biológico quedó trancado en la misma hora y sin importar a la hora que me duerma, me despierto a las 5 y ya no puedo volverme a dormir y como me aburre quedarme acostado, termino por levantarme en el entorno de las 6.
Ahora, desde hace unos meses, estoy retirado de toda actividad profesional, pero siempre tengo cosas para hacer, que las hago o no y siempre me quedan cosas pendientes por hacer.
En la tarde, ahora que puedo, siempre duermo una extensa siesta para completar las horas de sueño necesarias. .
A mí siempre me gustó hacer deportes, pero a esta altura de mi vida, mi físico no me permite hacer deporte de impacto, entonces me quedé con mis largas caminatas, mínimo 5 kilómetros, este año 2025, coincidió que, desde el primer día del año, estoy de vacaciones con toda mi familia y todos duermen hasta tarde, entonces, yo me levanto al momento de despertarme, a las 5 y me voy a caminar. Bien cubierto con ropa y gorro y auriculares para escuchar la radio y pantalla solar en la piel expuesta, camino mucho por la arena de la playa antes que salga el sol, vuelvo alrededor de las 9 después de haber transitado en el entorno de 15 kilómetros, y al regreso todos siguen durmiendo, mi récord fue 18, toda esa movida me hace sentir muy bien.
Mi teléfono celular tiene una aplicación que mide los pasos dados y las distancias recorridas.
Hoy, en este momento que escribo, sábado 11 de enero, he superado los 140 kilómetros recorrido desde que comenzó este año, ustedes dirán que debo estar loco, y capaz que sí, pero no importa porque todas estas rutinas me hacen sentir muy bien y eso es lo que importa.