jueves 10 de abril, 2025
  • 8 am
  • muy nuboso 24.37º C

SER ÚTILES

Padre Martín Ponce de León
Por

Padre Martín Ponce de León

481 opiniones
Avisos judiaciales

Por Padre Martín Ponce De León.
El día se presentó variado, puesto que, con actividades diferentes, por más que, en el fondo, todas responden a una misma finalidad.
A media mañana debía asistir al encuentro con una persona para conversar sobre un proyecto en el que, quería, poner mi persona al servicio del mismo.
Acto seguido me integraba a la celebración de la reconciliación de un grupo de alumnos del liceo salesiano.
Debía sentarme, luego del almuerzo, delante de la computadora, a intentar redactar el artículo que debía enviar, para este fin de semana, y comenzar a prepararme para una reunión, con un grupo de personas, sobre “Los valores de Jesús”.
Mientras tanto, a media tarde, me encontré prestando un favor a una persona amiga.
Todas actividades que, nada que ver, una con la otra, aunque, en el fondo, todas me brindaban la oportunidad de intentar ser útil. La vida se encarga (dirán algunos). Dios se encarga de poner en nuestro acontecer, oportunidades para intentar ser útiles.
Útiles con nuestro ponernos a disposición para colaborar, con lo que esté al alcance de nuestras limitadas capacidades personales. El proyecto es bastante ambicioso y la tarea puede resultar ardua, pero… el desafío me resulta por demás atrapante como para no acercarme y ponerme a disposición.
Cuando me dijeron: “Tengo una tarea para usted” y me hicieron la propuesta, escuché con atención y por durante mucho tiempo no podía quitar de mi mente el desafío propuesto. Luego de unas horas de pensar en ello, me había decidido a presentarme y ofrecer mi persona si es que la misma podía ser de utilidad.
De allí debí pasar al servicio de la reconciliación. Por sobre todas las cosas es un tiempo donde uno está disponible para escuchar a algún jovencito que desee celebrarlo. Es un tiempo donde lo más importante es estar disponible y ello es lo que se debe hacer. Disponible para escuchar y brindar la absolución que es una de las tareas propias de quien es sacerdote. Hacer tal cosa, siempre, es una oportunidad para sentirse útil porque brindando lo mejor a quien se acerca a recibir dicho sacramento.
Para la tarde las actividades ya eran de otra índole puesto que requerían de tiempo, paciencia y un “pensar”. La reunión con el grupo era lo más fácil puesto que ya la tenía preparada y, solamente, debía repasar lo escrito para ella.
El artículo requiere de mucha paciencia puesto que, en oportunidades, como en esta, la musa estaba reacia a tirarme un tema que podía abordar. Cansado de mirar la pantalla del ordenador y sentir que su luz me está aburriendo, decidí marcharme en busca de un poco de aire que me pudiese traer alguna idea para realizar lo que el tiempo me estaba diciendo debía realizar.
Mientras cumplía gustoso con lo que se me había solicitado decidí buscar un libro para ocupar el tiempo. Debía ser un libro delgado puesto que tenía, para leer, solamente un breve tiempo. Como no encontré ninguno me senté en una silla a observar la tarea que, aquel hombre, estaba realizando. Me sentía útil, aunque estuviese haciendo nada más que estar presente ya que ello era lo que se me había solicitado, pero, igualmente, quería hacer algo más. Sentado veía el jardín y no podía dejar de admirar sus muchos matices de verde y de recordar algunos momentos. “Voy a escribir desde el jardín” me dije. Conseguí una hoja, un algo para escribir, y me puse a esbozar unas líneas que, luego, se perdieron en una hoja ya que, lo que había sido una idea, me condujo por senderos que nada que ver con la idea original.
Ahora que llego al final del espacio que debo ocupar para un artículo, solamente me queda el deseo de que a usted le sea útil puesto que ese es el gran desafío tenemos.