Por Alexandra Ledesma
Socióloga y Educadora Sexual
Una relación requiere acuerdos, ser equipo, conectarse con un otro desde nuestro yo más vulnerable, y ser esto sostenido en el tiempo con respeto y cariño, pero así como en otros ámbitos de la vida, tampoco es un proceso lineal e inmutable, tiene cambios, altibajos.
Pensemos en nuestro yo de hace 20 años, ya no somos los mismos no?, bueno, pensemos ahora que nuestra pareja también paso por este mismo proceso, la experiencia nos va cambiando la visión acerca de las cosas, y ello nos lleva a repensar también la pareja, que estos cambios que ambos transitan sepan acompasarse con el vinculo que ambos formaron.
Atravesar diversas crisis o falta de entendimiento en distintos momentos de nuestra vida de pareja es absolutamente natural, la clave es saber sortear estas diferencias.
Cuando se trata de una relación de años, a veces suele parecer muy difícil y por momentos imposible, pero déjenme decirles que es posible, solo requiere que ambos se comprometan a lograrlo.
No hay una receta para hacerlo, pero si existen claves que suelen ser hasta necesarias para llegar a este objetivo.
Hablar, hablar sana y salva, decir cómo nos sentimos, evitar reproches, pensar en el hoy y en lo que esperamos en el futuro, el hecho de redescubrirse, el nosotros de HOY, no en lo que fuimos, lo que seremos de ahora en más.
Romper la rutina, esto me atrevo a decirles que es uno de los puntos más importantes, poder salirnos del cotidiano, intentar dejar las preocupaciones a un lado y poder escaparse dos días a un lugar que aun no conozcan, que sea una novedad para ambos, que los sorprenda, que los reactive emocionalmente.
Lo importante siempre es darse tiempo, y tiempo de calidad.
Esta re-conexión habla de recuperar la intimidad, y no solo hago referencia a lo físico, que también es importante, hablo de conectar desde todos los sentidos, mirarse, mimarse, abrazos eternos, charlas interminables.
Una forma y muy utilizada en las terapias de pareja, es recordar cómo se conocieron y lo que sintieron en ese primer momento, poder volver a ese sentimiento, claro que a la actualidad en esa pareja ya corrió mucha agua bajo el puente, pero recordar eso que nos enamoro del otro es un ejercicio obligatorio para comprender que me hizo elegir a esa persona para compartir la vida.
Pero volver a conectar también implica, además de recordar cómo me enamore de esa persona, poder ir a los momentos que dolieron para de esta forma trabajar en ello, y no desde el reproche, sino desde el respeto y la construcción de este nuevo vinculo.
Todo ello no se trata de una tarea sencilla ni de poco tiempo, es un elegirse todos los días desde el amor, desde el detalle, valorando las pequeñas cosas, y haciendo, nada se logra sin hacer, sin compromiso.
Pongamos en práctica el rescatar al final del día lo bueno que me da esa relación, lo que significa esa persona en mi vida, lo importante que es redescubrirse desde otro lugar, que siga siendo nuestro lugar seguro y no de caos.
Conocerse en su nueva versión y volverse a gustar es un desafío, pero puede ser uno muy interesante, averiguar qué es eso que ahora le gusta que quizás antes no, vivirlo como una reconquista, y ¡qué momento lindo ese!
Cuando se trata de reconectar, porque así lo quieren ambos, los caminos deben agotarse hasta lograrlo, porque pueden establecerse nuevas metas, nuevos proyectos que haga que la relación sea aun mejor de lo que era, y que no tenga que implicar si o si un final.
