
La semana dejó varios temas candentes en el sector agropecuario uruguayo. La Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) reiteró su rechazo al nuevo negocio entre Minerva y Marfrig, mientras que la persistente presencia de la garrapata vuelve a poner en jaque la operativa de ferias ganaderas. A esto se suma un mercado de hacienda con señales mixtas: firmeza en los gordos y un ajuste en la reposición.
El grupo indio Allana se encuentra negociando la compra de Establecimientos Colonia, lo que implica que Minerva -en lugar de gestionar siete frigoríficos como se planteaba inicialmente- quedaría con seis. Sin embargo, para la ACG el cambio no altera el fondo del asunto.
«El negocio puede estar vestido de otra manera, pero es más o menos lo mismo», advirtió Otto Fernández Nyström, presidente de ACG. A su entender, el país ya debatió esta concentración anteriormente y «la decisión final no debería diferir demasiado de la que ya se tomó».
La preocupación se centra en los efectos que una concentración de plantas frigoríficas en manos de un mismo grupo puede tener sobre la competencia en el mercado, con posibles perjuicios para los productores.
Garrapata: Sin solución definitiva
Otto Fernández, además de presidir la ACG, dirige una firma rematadora en Artigas, donde asegura que la garrapata ha tenido un «impacto impresionantemente malo» en las ferias ganaderas.
«Hoy armás una feria con 300 vacunos y llegás con suerte con 100, muchas veces por una cáscara (de garrapata) no se puede vender el ganado», explicó. Aunque el gobierno anterior habilitó la venta de animales con cáscara, las exigencias técnicas dificultan su implementación. El problema no se limita a la mortandad, sino también al costo de tratamientos y a las trabas para mover el ganado.
Firmeza en los gordos
En el plano comercial, el mercado de hacienda sigue mostrando dinamismo. Según Alberto Gallinal, presidente de Lote 21, los valores para los novillos especiales se mantienen firmes entre US$ 4,70 y US$ 4,75 por kilo carcasa, mientras que la vaca se ubica entre US$ 4,30 y US$ 4,40, y la vaquillona gorda en torno a US$ 4,50-4,60.
Sin embargo, el panorama cambia en la reposición. El mercado de terneros se mostró más cauto. «El precio sigue arriba de los US$ 530 por lote, pero son animales más pesados, sobre los 200 kg», explicó Gallinal. Con la zafra avanzada, el interés por animales livianos baja y la oferta comienza a inclinarse hacia ganados preñados y vacas de invernada.
En ese segmento, los precios también ajustan: de los iniciales US$ 1,98-2,05/kg, se ha visto una baja a un rango más