
Por Melisa Ferradini.
Erick Martínez es Médico – Cirujano de la Universidad de los Andes – Venezuela. Especialista en Psiconeuroinmunoendocrinología por la Universidad Católica del Uruguay UCU. Doctor en Medicina por la Universidad de la República (UDELAR). Especialista en Medicina Anti-obesidad u Obesología. Docente de Farmacología y Patología Quirúrgica (UDELAR). En esta entrevista con CAMBIO, nos explica como nuestras emociones, pensamientos y vínculos impactan directamente en el cuerpo y por qué tener una buena calidad de vida logra en las personas un bienestar integral.
¿Cómo define la psiconeuroinmunoendocrinología y qué aporta al abordaje integral de la salud?
-La psiconeuroinmunoendocrinología es una ciencia con más de 60 años, que ya Hipócrates mencionaba hace 2500 años. Explica cómo dialogan entre sí el sistema nervioso, el sistema endocrino, el sistema inmunológico y nuestra psiquis. Lo que afecta a un sistema afecta a los demás. Se ha comprobado científicamente que el sistema inmunológico tiene células que responden a neurotransmisores y que también pueden reaccionar ante hormonas (del sistema endócrino) es decir, que en la sangre, además de glóbulos blancos, rojos y plaquetas, hay células inmunológicas, hormonas y neurotransmisores funcionando de forma integrada. Así, hay una interrelación, un dialogo permanente entre esos sistemas.
-¿Por qué es importante para la salud?
-Porque sin saberlo cuando se está sometido a mucha ansiedad y estrés, condición muy común en Uruguay y en nuestras sociedades modernas, ocasiona que las personas estén inmunológicamente deprimidas, facilitando que una simple gripe lo indisponga, además, si están afectados emocionalmente, se refuerza esa predisposición a enfermar, y no van a tener las defensas suficientes para actuar ante una enfermedad simple, como un resfriado común, un cuadro de tos, o una alergia leve. A diferencia de cuando la persona está alegre, activa, que le gusta lo que está haciendo, que tiene una actitud positiva, pro activa, rara vez se enferma. Entonces, ¿qué quiere decir esto? que una persona con una psiquis sana, con un estado de ánimo entusiasta, hace que tenga un sistema inmunológico reforzado y que su sistema nervioso y endócrino funcionen de forma más óptima.
-¿Cómo se relacionan nuestras emociones con el sistema inmunológico, hormonal y nervioso?
-Todo parte del sistema nervioso. Si algo nos asusta o tenemos una mala noticia, el sistema nervioso activa el estado de alerta, y el cuerpo responde como si estuviera en peligro: libera cortisol y adrenalina, noradrenalina, se acelera el corazón, se tensan los músculos, la respiración cambia. Eso está bien si ocurre por unos pocos minutos, pero no lo está, si vivimos así todo el tiempo. El problema no es el estrés en sí, sino el estrés sostenido de forma crónica, el cuerpo no está diseñado para estar permanentemente en alerta.
-¿Usted menciona sociedades intoxicadas, podría explicarnos a que se refiere?
-Tenemos sociedades que están intoxicadas no solamente desde lo que comen sino desde lo que ven, desde lo que oyen, la queja, la negatividad, están intoxicadas desde el exceso de cortisol que produce el estrés y desde una alimentación dañina rica en carbohidratos que intoxican el cuerpo, siendo el azúcar el mayor agente pro-inflamatorio del cuerpo. Esto no afecta solamente la insulina y los niveles de glicemia en el cuerpo, sino afecta también al estómago, al intestino, su flora bacteriana, la respuesta inmunológica. También nos intoxicamos desde lo emocional: con noticieros que solo muestran desgracias, con relaciones personales no saludables, redes sociales que distorsionan la realidad y además, con medicamentos innecesarios (sobre medicamentación y la automedicación). Todo esto, afecta el organismo, el hígado, el intestino y los sistemas no logran compensarlo todo, y el cuerpo empieza a resentirse y a expresar el malestar.
-¿Cómo influye el estrés crónico en el organismo?
-Un estrés sostenido altera todas las funciones del cuerpo: baja las defensas, desequilibra las hormonas, altera el sueño, la digestión, la concentración. Una persona estresada produce menos melatonina, duerme mal, no se regeneran sus células ni sus procesos metabólicos se realizan adecuadamente, acumula toxinas, y se genera un círculo vicioso. Por eso es tan importante cambiar el estilo de vida. No se trata solo de medicar, sino de aprender a vivir con buenos hábitos.
-¿Qué propone la PNIE para prevenir enfermedades y mejorar la salud emocional?
-La PNIE propone a través de las bio-psico-educación herramientas para enseñar a identificar y gestionar adecuadamente las emociones. Vivimos en una sociedad donde llorar está mal visto, donde se reprime el enojo, y eso enferma. Una emoción no expresada se bloquea, y el cuerpo lo manifiesta: tiroides alterada, problemas digestivos, enfermedades autoinmunes. La bio-psico-educación brinda la posibilidad de que la gente se conozca, entienda lo que le pasa, y aprenda a expresarse sanamente. Entonces, cuando las personas empiezan a identificar realmente las emociones, y no las oculta y no las reprime, empieza a experimentar una manera más sana de vivir su emocionalidad e identifican cómo muchas de sus emociones se relacionan con malestares que viven día a día.