lunes 12 de mayo, 2025
  • 8 am

INIA «Charrúa» un nuevo cultivar de alfalfa de alta producción

Edicto Matrimonio

La alfalfa (Medicago sativa L.) es una forrajera clave en los sistemas productivos intensivos, valorada por su capacidad de aportar forraje de alta calidad.
En respuesta a planteos de los productores, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) ha desarrollado y liberado al mercado, INIA Charrúa, un nuevo cultivar de alfalfa que se destaca por sus características mejoradas de productividad.
Desarrollo
INIA Charrúa, conocido experimentalmente como LE 721, se desarrolló en base a la evaluación de plantas que mostraron longevidad, persistencia y buena sanidad, provenientes mayoritariamente de los materiales Crioula y Estanzuela Chaná.
Durante varios años, se evaluaron estas plantas y se seleccionaron sus descendencias basándose en atributos como la sanidad, uniformidad, la proporción de hojas respecto a los tallos (relación hoja/tallo) y la producción de forraje y semilla. Este riguroso proceso dio origen a la línea experimental que hoy conocemos como INIA Charrúa.
Características
INIA Charrúa presenta características que la diferencian y la posicionan como una opción superior debido a que ha demostrado un excelente potencial productivo. Desde el punto de vista sanitario sobresale tanto por su sanidad tanto en las hojas como en el complejo raíz-corona.
Esta mejor salud se traduce en una mayor sobrevivencia de plantas al cuarto año, por lo que el nuevo cultivar logra una mayor persistencia productiva, especialmente en el segundo, tercer y cuarto año de la pastura.
Las plantas tienen, en promedio, un 5 % más de hojas que Estanzuela Chaná en cada corte. Esta mayor proporción de hojas se mantiene durante casi todo el año y es fundamental para su excelente valor nutritivo.
Las hojas de alfalfa son ricas en proteína cruda (28,4 %) y tienen alta digestibilidad (74,5 %), mientras que los tallos tienen menos proteína (15,4 %) y menor digestibilidad (61,9 %).
Este cultivar presenta una mayor actividad y tasas de crecimiento superiores durante el otoño, invierno y primavera, lo que se refleja en un inicio de floración ligeramente más temprano (5 a 7 días antes que Estanzuela Chaná). Esto aumenta su aporte de forraje en estaciones frías sin comprometer su persistencia.
Los ensayos han mostrado una producción de semilla un 17 % superior a la de Estanzuela Chaná, y es una de las pocas especies capaces de producir forraje incluso bajo condiciones de estrés hídrico. Las plantas de INIA Charrúa tienen hojas ligeramente alargadas de color verde oscuro y un hábito semierecto.
Manejo recomendado
INIA Charrúa está recomendada para rotaciones largas en sistemas ganaderos o lecheros de alta producción. Aporta forraje de calidad durante todo el año. Se adapta mejor a suelos profundos y bien drenados, de texturas medias a livianas, fértiles y con alta disponibilidad de fósforo (P). Puede sembrarse tanto en otoño como en primavera. Se adapta bien a siembras puras o asociadas con gramíneas perennes como dactylis o festuca. La densidad de siembra óptima es de 12-15 kg/ha.
Para el manejo del pastoreo, se recomienda comenzar cuando se aprecian nuevos brotes basales en la corona o con 8 a 10 nudos acumulados. En otoño, se sugiere esperar a los 10 a 12 nudos para permitir una mayor acumulación de reservas. La altura de remanente ideal después del pastoreo es entre 5 y 8 cm. En verano, para favorecer la persistencia, el remanente debe ser mayor a 10 cm y se debe evitar el pastoreo en enero. Puede utilizarse bajo pastoreo o mediante cortes mecánicos.
Disponibilidad
INIA Charrúa es un cultivar protegido y está disponible comercialmente desde 2025. Los productores pueden adquirir sus semillas a través de los licenciatarios autorizados, que incluyen Agrofuturo, CALVASE, DLF Seeds, Gentos, Serkán y Unión Rural de Flores.