Por Gustavo Varela
Estamos en la semana siguiente a la elección departamental, y me veo tentado a escribir con euforia, sobre la formidable victoria que la Coalición Republicana, haciendo un debut triunfal, llevó a cabo el domingo próximo pasado.
Pero repasando las columnas aparecidas en este prestigioso periódico salteño, veo que otros compañeros del novel partido así lo han realizado, y por lo tanto sería agregar más aire de triunfalismo, en el que justamente no debemos de caer, pues la tarea hacia adelante, es muy difícil, y lo tenemos que encarar con suma responsabilidad.
La primera de las tareas que tenemos que llevar a cabo, es grabarnos a fuego, de que lo ocurrido el domingo 11 de mayo, fue consecuencia, magnífica consecuencia, de haber comparecido bajo el paraguas de la Coalición Republicana.
Por lo tanto, debemos de pensar, planificar, decidir ejecutar, y posteriormente evaluar resultados en clave de coalición, y éste es el primer llamado de atención que le tengo que hacer al nuevo gobierno.- Las reuniones que se lleven a cabo con el gobierno saliente, deberían de llevarse a cabo, con la participación de los representantes del Partido Colorado, Cabildo Abierto, y el Partido Independiente.
No hay que perder de vista lo que parecen ser simples formalismos, pero que resultan a posteriori fundamental.
Hay gestos que hay que darlos, y lo expreso pues lo experimenté en carne propia, cuando se ensayó algo parecido a una coalición, que terminó siendo muy sui géneris, y con no muy buenos resultados.
Por otro lado, se va a recibir una situación financiera de terror, a la que va a haber que poner mucha cabeza y valentía (que no dudo existe) para reordenar algo que a esta altura debe ser caótico, pues teniendo a la vista la última rendición de cuentas del año 2024, e imaginando lo que ocurrió hasta el día de hoy, no es tan difícil llegar a la conclusión de que el caballo de Atila, (por poner un ejemplo) ha pasado por encima.
La escasez de recursos apremia, la casa está muy deteriorada, pero no hay otra alternativa que comenzar la reconstrucción en todos los aspectos.
De nada sirve llorar sobre las ruinas, de nada serviría ponerse a hablar de herencias malditas, sin que concomitantemente se trabaje para solucionar los problemas que aquejan al departamento.
El nuevo gobierno debe de mostrar gestión, si no quiere que se lo tilde del concepto “son todos iguales”.- Tiene la necesidad de ser diferente, tiene la necesidad de hacer antes de construir relatos que a nada conducen, o mejor dicho, conducen hacia un solo destino, la desesperanza.
Hay mucha tarea por delante, y por cierto no es de la más linda.
A la Coalición en éste baile, le quedó para bailar la más fea, indudablemente.
Pero a bailar se vino.
Lo único que resta, es pedir que comience la música.
