Por Leonardo Vinci.
José Gervasio Artigas se había incorporado al Cuerpo de Blandengues tras la publicación de un indulto decretado por el Gobernador.
Estando al frente de la Compañía de Cazadores en 1805, recibía órdenes de Francisco Xavier de Viana.
Éste último había dejado el Campamento del Arroyo Tacuarembó Chico el 26 de abril, y con las fuerzas bajo su mando, emprendió la marcha, buscando no ser descubierto por los «Infieles».
Al escribirle al Virrey, le informaba sobre el pésimo estado de los caminos por donde transitaron, y las enormes dificultades para encontrar «una res que comer…»
Disponía de una caballada de muy mala calidad y se desplazaban sigilosamente para «no ser sentidos por los indios».
Le informaba al Marqués de Sobremonte «hemos estado en diferentes ocasiones, uno y dos días sin comer».
Decía Javier de Viana: «El 12 de mayo, a las primeras horas de la noche, dejé el Campamento de las Puntas del Tacuarembó Grande y me dirigí a la Horqueta principal del Quarey y dispuse que Don José Artigas, con la Compañia de Cazadores, se ocultase en las Puntas del Guirapuitá con el objeto de descubrir alguna Toldería de los Infieles».
«El 13 al medio día, recibí un (mensaje) extraordinario de aquel oficial comunicándome que tenía reconocida una de aquellas (tolderías) en las mismas Puntas donde lo había destinado. Inmediatamente dispuse las fuerzas de mi mando y a las primeras horas de la noche emprendí viaje al lugar que expresaba el parte (de Artigas). Antes del amanecer dispuse saliesen tres partidas, la primera con el fin de cortar el monte por la derecha de la toldería, la segunda por su espalda y la tercera por la izquierda y el resto de la tropa entró al romper el día por el frente en Batalla. Descubierto el primer trozo (los indios) se dispusieron a la defensa, pero viendo el grueso de las fuerzas ganaron inmediatamente el Monte que era todo de Espinillo, y entretejido con mucha maleza. Sin embargo, mandé echar pie a tierra a cuarenta hombres al mando de un oficial, los que entraron en ala por el costado derecho con el objeto de que marchando de frente hacia el izquierdo aprendiesen a los indios ocultos (…) pero apenas se dejaron ver éstos, y en su persecución, los nuestros dejaron el orden que llevaban, y (…) concluyeron con veinte de aquellos Bárbaros que pelearon como tales».
«En medio de la acción se dejaron ver por nuestro frente unos nueve indios armados a los cuales inmediatamente se les persiguió con una Partida. Pero aquellos bárbaros se burlaron, haciendo fuga en sus buenos caballos sin que nosotros pudiésemos alcanzarlos, ni avanzar (sobre) otras dos Tolderías, que se habían puesto en huida luego que oyeron los tiros empleados en la que totalmente destruimos, que sin duda era de las más perjudiciales…»
En tiempos recientes, por medio del «relato» de la izquierda, se afirma insistentemente que el episodio de Salsipuedes fue un genocidio.
¿Por qué no calificar del mismo modo la celada de Guirapuitá en la que participó José Gervasio Artigas?
De acuerdo con el parte oficial de Salsipuedes, «se decidió a poner en ejecución el único medio que ya restaba, de sujetarlos por la fuerza. Más los salvajes (…), empeñaron una resistencia armada que fue preciso combatir (…) Fueron en consecuencia atacados y destruidos, quedando en el campo más de 40 cadáveres enemigos… y 300 prisioneros».
En Guirapuitá- tras ser emboscados- 20 cayeron muertos y se «entregaron dos indios de armas que con los muchachos, niños y mujeres, se recogieron hasta 23 (personas)».
La izquierda señala a Rivera como genocida por estas acciones.
¿Cómo catalogan a Artigas por participar en la matanza de indios en Guirapuitá?
