domingo 24 de noviembre, 2024
  • 8 am

Una de cal y otra de arena

Leonardo Vinci
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Leonardo Vinci

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Por Leonardo Vinci

Leyendo «El Universo» de Ecuador, me encontré con un interesante artículo, donde se hace referencia a una frase antigua, de origen popular, con la que titulamos esta nota.

Significa que en cada situación se presentan aspectos positivos y negativos en forma alterna. La cal sería el aspecto negativo y la arena el positivo.

La expresión es aplicable al Uruguay, ya que en los últimos días hemos recibido con beneplácito opiniones de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la UNESCO, pero lamentablemente se han conocido otras, que nos provocan un fuerte rechazo, como las del Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Como es sabido, la SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a defender la libertad de expresión en todas las Américas. Sus principales objetivos son entre otros, defender la libertad de prensa donde quiera que se impugne en las Américas; proteger los intereses de la prensa en las Américas y defender la dignidad, los derechos y las responsabilidades del periodismo.

La Sociedad ha presentado recientemente un libro conteniendo un análisis de la libertad de prensa en 22 países en el continente.

Las acciones que garantizaron y obstruyeron la libre circulación de ideas, el acceso a la información pública, el ejercicio del periodismo, la actividad de los medios, la aplicación de medidas de protección a periodistas y la viabilidad económica de la prensa, son los datos que recoge este documento, elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa, gracias al trabajo de más de 300 personas, entre expertos, corresponsales, profesores, diseñadores y representantes de la SIP.

En ese informe anual, denominado Índice Chapultepec, se indica que en Chile y Uruguay hay plena libertad de expresión.

Nicaragua, Cuba y Venezuela son los peores calificados

En sintonía con la SIP se ha manifestado la Unesco, a través de su directora general, Audrey Azoulay, quien definió a Uruguay como «un país de libertad, una República que ha consagrado en su Constitución que es enteramente libre en toda materia de comunicación de pensamientos en la prensa».

Hace pocas semanas, en la conferencia anual por el Día Mundial de la Libertad de Prensa que organizara el organismo de la ONU, la directora Azoulay agregó que el compromiso con la cooperación internacional y la libertad de prensa en dicho país, «confirma una vez más el lugar único que ocupa Uruguay en la comunidad de naciones y como país amigo para la Unesco».

Llama poderosamente la atención que otro organismo de la ONU, tenga una posición diferente a las citadas.

El portal ICN ha informado que los «expertos independientes» del Comité de Derechos Humanos de la ONU, con relación a la libertad de expresión, instó a Uruguay a «redoblar sus esfuerzos para prevenir las amenazas y restricciones a la libertad de expresión a periodistas, así como garantizar que se investiguen de manera pronta, exhaustiva, independiente e imparcial todas las alegaciones relativas a dichos actos de intimidación».

Al mismo tiempo, le pidieron a Uruguay «garantizar y respetar los derechos de reunión y de manifestación de la población, de la clase política y de las organizaciones de la sociedad civil».

Pareciera que estos «expertos» ignoran el respeto que tiene el Uruguay por las libertades, que por cierto, no existen en Nicaragua, Cuba y Venezuela.

Deberían informarse mejor.