
Hace dos años Fabián O’Neill declaró que llevaba 7 meses sin beber alcohol. Había estado grave por alcoholismo y dijo que «había tenido miedo de morir». El daño acumulado no lo perdonó, falleciendo a los 49 años. Antes dejó un libro y muchas entrevistas con anécdotas que serán recordadas por siempre.
LOS ABUELOS. «Mis padres no me podían bancar y mis abuelos estaban bien económicamente. Después mi madre me quiso llevar pero yo ya me había encariñado con mis abuelos. Dormí hasta los 14 años con mi abuela».
LAS PALIZAS. «Igual, por bandideadas me llevaba las palizas de mi viejo, porque andaba en los bares ya de chico y al fútbol no daba tanta bola, siendo que ya estaba en las juveniles de Paso de los Toros. A veces me echaba el técnico porque llegaba con algún alcohol arriba. Mi viejo me iba a buscar y alguna paliza me llevaba…”.
LA NOCHE. «De noche trabajaba en la whiskería y hacía mandados a las chicas que trabajaban. Entonces me tenía que quedar hasta las 4.30, que era la hora que cerraba, y me daban la plata para comprar las cosas para al otro día al mediodía. Y ahí me ganaba alguna moneda, alguna propina, y con eso me iba a jugar a la conga a los clubes. Ya era medio de la calle.»
EL ALCOHOL. «Es mentira eso de que tomás porque te obligan. Es todo mentira; uno toma porque uno quiere. Yo era un niño y tomaba con gente mayor, hoy están casi todos muertos. Jugaban un truco, tomaban un aperitivo… Era gente muy veterana. Aprendí todo con esa gente. Empecé tomando un traguito de vino con coca, o de caña con coca, que le decían ‘el avión’. Después fui cambiando de bebida… y se me hizo hábito. Yo era chico, pero me creía grande. Alguna vez me lo decían y no me daban y amagaba con irme llorando, y me llamaban de vuelta».
EL ‘CHINO’ SALVÁ. “Me dijo: ‘Mirá que no te quiere ningún dirigente allá, yo te voy a llevar igual, pero me tenés que hacer caso a mí’. Si no fuera por él, yo todavía seguía en Paso de los Toros, o andá a saber lo que estaba haciendo… O estaba muerto, por la bebida”.
EN NACIONAL. «Me desperté a la 1 y el partido (vs. River) empezaba a las 3. Me pegué un baño y me fui en taxi al Centenario. Salí a la cancha y no veía la pelota. Me hice el lesionado en el entretiempo pero el ‘Chino’ (Salvá, el DT) me dijo ‘a te gusta tomar, andá y entrá a jugar’. Me sacó a los 20′ y puso a Carrasco. Al otro día el diario El País publicó ‘el mejor jugador de la cancha: Fabián O’Neil’.»
LOS GOLES Y LA DIVERSIÓN. “Hacer goles es lo más lindo, pero creo que el fútbol tiene cosas lindas, como tirar un caño o divertirse en la cancha. Hoy son pocos los jugadores que se divierten en la cancha”.
EUROPA. «Era ídolo en Cagliari, en cambio cuando fui a Juventus pasé a ser de los últimos porque estaban los fenómenos como Zidane. Cuando bajamos a la B (con Cagliari) nos rompieron todos los autos. Teníamos que hacer 7 puntos para no bajar, y nos tocaba con Milan, Inter y Juventus. Era imposible. Yo paraba en la playa y pasaban los tifosi y me gritaban ubriaco, que quiere decir borracho. Al otro año subimos y esos mismos hinchas -porque yo les conocía las caras y no me olvido de los que me puteban- me pagaban las copas. El fútbol es así.»
LA PLATA. «Tuve 14 millones de dólares y los perdí, pero a mí no me molesta ser pobre. No me cuesta. Yo teniendo para tomar y que mis hijos estén bien, ya está. Que mis hijos estén sanos es tener un platal para mí. Después se come arroz con huevo igual. Caballos lentos, mujeres rápidas y timba, eso es lo que hace que no te quede nada. Siempre timbeaba. Yo tuve 20 caballos en Maroñas. Cuando era jugador timbeaba más, porque tenía más plata. Ahora no puedo porque no tengo nada.»
PALABRA DE SU HIJA. «Siempre quise entender qué era eso tan fuerte que sentías y no podías lidiar, qué era eso, que necesitabas ahogar literalmente cada día de tu vida en vasos de alcohol. Lamento mucho ese dolor pa, lo lamento en el alma desde siempre, ojalá no te hubiese tocado, pero todos vinimos a esta tierra con nuestras luchas y se ve que tu sensibilidad no soportó tanto”. (Martina, jugadora de hockey y periodista).