lunes 25 de noviembre, 2024
  • 8 am

El arroz en el norte viene bien, pero cuidando el agua

Entre los departamentos de Artigas y Salto se volvió a sembrar aproximadamente 28.000 hectáreas, prácticamente que manteniéndose el área del cultivo respecto a la zafra anterior, a diferencia de lo acontecido a nivel nacional, donde se registra un descenso aproximado del 2,5%, situándose entorno de las 159.840 hectáreas.
La diferencia en el norte se genera a razón de una buena captación de agua en los reservorios entre zafras, lo que permite un buen riego durante el período aún con los productores tomando mayores recaudos ante el alto nivel de evapotranspiración y demanda de agua que registró el cultivo el año pasado.
El productor arrocero Guillermo O’Brien, dijo que la siembra del cultivo también se logró concretar dentro de la ventana óptima recomendada, «dentro del mes de octubre, hubieron lluvias en general para los nacimientos y han tenido un desarrollo excepcionalmente bueno debido a que teniendo el riego después de los 20 a 25 días de nacido, el arroz lo que precisa es sol y buenas temperaturas y vaya que las ha habido esta primavera verano».
Explicó que el cereal necesita, luego de nacer, estar con riego permanente durante 100 días «y ya han transcurrido 70, con lo cual quedan 30 en la que tenemos que hacer esa administración diaria, fundamentalmente en el norte, que es administrar la represa, que es una alcancía que hay que ir dando gota a gota». O’brien dijo que este próximo mes «no va a ser fácil, porque nos queda menos agua de la que nos gustaría tener».
Al igual que el año pasado, la evapotranspiración es muy alta y la demanda del cultivo también. «Los consumos están siendo un 20% por encima de los consumos promedios, te diría que estamos en el tercer año de seca en el norte y con consumos por encima de lo normal». Al mismo tiempo agregó que «a treinta días de terminar los riegos, no hay áreas abandonadas, si áreas muy justas de riego que eso implica quizás regar «x» horas por días para mantener las chacras y eso implica que las orillas pueden empezar a flaquear en agua».