martes 29 de abril, 2025
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“El taquígrafo debe ajustarse a una norma ética básica: neutralidad ideológica en el debate político”

Edicto Matrimonio

Por Melisa Ferradini.
La taquigrafía fue creada por el historiador griego Xenofonte. El sistema adquirió más popularidad durante la época romana, descendió su uso en la Edad Media por el analfabetismo y volvió a regresar con fuerza en la época victoriana. La palabra es de origen griego y une los términos Taquis y Grafein, que significan respectivamente rápido y escribir. Durante la Revolución Industrial se produjo mayor demanda de taquígrafos y ello dio origen a diferentes métodos. Así los estudiosos pueden seguir la velocidad de un discurso o de una conversación natural. En esta entrevista con CAMBIO, dialogamos con Ana Gabriela Macció, Jefa del Departamento Taquigráfico de la Junta Departamental de Salto donde nos cuenta como comenzó con esta profesión y como se desarrolla el trabajo en el órgano legislativo departamental.
-¿Cómo fue su primer trabajo en taquigrafía?
-Realicé el curso Administración de Empresa en UTU en el año 1984 y una de las materias era taquigrafía, me gustó y entendí desde el principio. Debido al desgaste mental que esta profesión tiene, siempre se trabaja en equipo. En mi comienzo, debido a la falta de personal en la Junta Departamental de Salto, se trabajaba de a una, con la supervisión de la jefa. En el año 1985 se toman taquígrafos, donde tuve la oportunidad de ingresar, y ahí se empezó a trabajar en equipo, de a dos taquígrafos por turno. Actualmente el departamento de taquigrafía está compuesto también por las taquígrafas; Anie Labarnoy, María Noel Simoes, Margarita Cayetano y Daniela Quagliotto.
-¿Podría hablarnos sobre su profesión?
-Tradicionalmente se acepta que la taquigrafía se define como el arte de escribir tan ligero como se habla y de transcribir fielmente, en el alfabeto convencional, el pensamiento de la persona cuyo discurso se recoge. El dominio de la técnica taquigráfica se perfecciona mediante la práctica. Se trata de una actividad que requiere estudios específicos: el aprendizaje y el dominio de un sistema taquigráfico y el de uno dactilográfico. Debido a que estos insumen un tiempo prolongado, el taquígrafo se caracteriza por su constancia y por su vocación. El taquígrafo tiene que manejarse con el criterio de que toda la información a la que tiene acceso no le pertenece y, en consecuencia, no debe ni puede hacer uso de ella con fines ajenos a la función. Para que el testimonio que recoge una versión cumpla con su rasgo esencial de fidelidad, el taquígrafo debe ajustarse a una norma ética básica: la neutralidad ideológica en el debate político.
-¿En su opinión, en el mundo contemporáneo, en cuáles áreas la taquigrafía debería hacerse más presente?
-El saber taquigrafía es útil tanto para un estudiante de facultad como para un administrativo, por la ligereza en su escritura. Aunque en la actualidad muy poco se conoce de esta profesión. En donde es casi obligatorio es en el Poder Legislativo, donde, por su historia, y por el registro de cada oratoria de los señores ediles –en este caso- como de diputados, senadores, o en todo orden que se requiera, escribir la historia de nuestro país a través de la taquigrafía no es un mero amontonamiento de datos, es una labor que es importante dejar plasmada. En un poco de historia, te diría que esto se tomó en el año 1829, más precisamente un 17 de marzo la Honorable Asamblea General Constituyente y Legislativa resolvió contratar un taquígrafo para que registrase las sesiones. En Uruguay no existía y era imprescindible porque se estaría tratando lo que sería la Constitución de la República, para eso se contrató un español radicado en Argentina, Joaquín Pedralbes, quien aceptó, y luego se dedicó a enseñar.

“El taquígrafo utiliza solo un block y un lápiz y siempre debe tener una grabación de respaldo”

-¿Qué tecnologías se suelen utilizar en la actualidad acompañando su labor?
-En nuestro país y en gran parte del mundo el taquígrafo utiliza un block y lápiz, y luego se traduce en computadora. Se acompaña de una grabación, que es el respaldo con el que contamos, dado que si surge algún inconveniente entre lo traducido y lo que el orador dijo, se recurre a ella

para que se escuche; es la única herramienta de respaldo con la que contamos.
-¿Cuáles serían sus consejos para futuros estudiantes?
-Además de la práctica, esta profesión no requiere de consejos, porque lo fundamental e imprescindible es que te guste lo que haces. Requiere de muchos conocimientos, no solo taquigráficos sino que también gramaticales, conocimientos del quehacer político, económico. Pero sí es recomendable para quienes realizan una carrera por la rapidez con la que puedes resumir. Lamentablemente se sacó de UTU esta materia; existiendo en Montevideo academias privadas pero que tienen su costo, y en UTU era gratuito. Sería bueno que se volviera a impartir. Anualmente nosotras tenemos jornadas y talleres de actualización, los cuales son dictados por ATU –Asociación de Taquígrafos del Uruguay-, asociación a la que pertenecemos.
-¿Nos podría relatar la actividad que se realiza en el Departamento de Taquigrafía de la Junta Departamental?
-Nuestro trabajo se refleja más en las sesiones de la Junta Departamental de Salto, donde tomamos versión taquigráfica –escritura mediante-en turnos de diez minutos cada una. Al día siguiente cada una traduce su parte en computadora, y se realiza el armado de la versión do

nde se van mechando los diez minutos de cada una. Grabación mediante, corroboro la misma y se incorpora a la red de la junta para que todos los señores ediles tengan acceso a ella. También se elabora el Acta Definitiva, donde a la versión taquigráfica se le transcriben los asuntos, resoluciones, decretos, etc., para que quede definitiva toda la información. Se imprime en hojas membretadas, la cual es firmada por presidente y secretario, y se encuadernan. Material que queda para consultas en un futuro.

Alvaro Lima