sábado 23 de noviembre, 2024
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Luz, cámara y acción

Agustina Escanellas
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Agustina Escanellas

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Por Agustina Escanellas
El primer encuentro binacional regional audiovisual se realizó en Salto la semana pasada. Fue organizado por la Mesa Audiovisual de Salto conformada por Ministerio de Energía, Intendencia de Salto, Universidad de la República y Fundación Salto Grande, con la participación de la Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos (Capaer) y la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (Araer). El objetivo del encuentro, en el que además de representantes de las instituciones mencionadas se sumaron productores argentinos y uruguayos, fue comenzar a construir un diálogo permanente y sistemático para establecer una hoja de ruta que promueva el desarrollo regional a través de la actividad audiovisual, pensar en diseños de políticas que contribuya a atemperar las fuertes centralidades existentes, estableciendo puentes entre dos regiones que reúnen condiciones inmejorables para potenciarse y transformarse en un vértice inicial que pueda crecer hacia el litoral de Uruguay y Argentina, Sur de Brasil y Paraguay. Pensar en el desarrollo de este sector como puntal de crecimiento y generación de mano de obra no es ciencia ficción. El audiovisual ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, convirtiéndose en una industria clave a nivel mundial. ¿Por qué no pensar que podemos adaptar ese modelo en Salto y la región? Es una industria amigable con el medio ambiente, que ofrece una amplia gama de oportunidades laborales en diversos campos, como la producción cinematográfica, la televisión, la publicidad y el contenido digital. Estas oportunidades no solo atraen a profesionales locales, sino que también generan empleo indirecto en áreas relacionadas, como el turismo, la hotelería y los servicios de apoyo. La filmación de una película en una pequeña localidad puede requerir la contratación de personal técnico, actores locales, servicios de catering y alojamiento, entre otros. Esto crea una cadena de suministro local y contribuye a dinamizar la economía de la comunidad. La producción audiovisual, además, puede potenciar destinos turísticos atractivos. Hoy Salto necesita agregarle valor al Destino Termas. Cuando una película o una serie de televisión se filma en un lugar específico, adquiere visibilidad a nivel nacional o incluso internacional. Los turistas suelen visitar estos lugares para experimentar de cerca los escenarios y la atmósfera que han visto en pantalla. La presencia de la industria audiovisual exige, además, incentivar la mejora de las infraestructuras y servicios locales. Puede ser soporte para mejorar espacios públicos, recuperar lugares históricos, dar valor cultural a nuestro rico patrimonio cultural y generar identidad. Un sello que nos identifique, potenciando la ciudad y la formación, el intercambio de saberes y la circulación de contenidos, porque además Salto es ciudad universitaria. ¿Cómo logramos atraer? La industria audiovisual en muchos países puede estar asociada con beneficios fiscales y estímulos destinados a fomentar su desarrollo: – Incentivos fiscales para la producción: muchos países ofrecen incentivos fiscales para atraer producciones cinematográficas, televisivas y de contenido digital a su territorio. Estos incentivos pueden incluir créditos fiscales, deducciones de impuestos, exenciones fiscales o devoluciones de impuestos. Estas medidas suelen aplicarse a gastos de producción elegibles, como salarios del personal local, servicios contratados, alquiler de equipos y gastos de funcionamiento. – Reducción de impuestos para empresas del sector: estos regímenes pueden incluir tasas impositivas reducidas o exenciones fiscales para los ingresos generados por la producción, distribución o exhibición de contenido audiovisual. Esto crea un entorno propicio para el crecimiento de empresas en el sector y fomenta la inversión y el empleo. – Deducciones fiscales para inversiones en infraestructuras y equipos: en algunos casos, los gobiernos ofrecen deducciones fiscales para las inversiones realizadas en infraestructuras audiovisuales, como estudios de grabación, salas de cine o equipos técnicos. Estas deducciones pueden ayudar a incentivar la construcción o actualización de instalaciones audiovisuales y promover la calidad y competitividad de la producción local. El modelo a seguir puede ser Mendoza, provincia argentina conocida por su destacada producción vitivinícola y paisajes impresionantes, que ha experimentado un desarrollo significativo en la industria audiovisual en los últimos años. En Uruguay, la producción audiovisual ha estado históricamente centrada en la capital. Montevideo cuenta con una mayor concentración de recursos. Las instituciones y organismos gubernamentales vinculados a la industria audiovisual, como el Instituto del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU) y el Ministerio de Educación y Cultura, se encuentran en Montevideo. Esto ha facilitado el acceso a programas de financiamiento, incentivos fiscales y apoyo institucional para las producciones realizadas en la principal ciudad del país. A su vez, esto ha contribuido a consolidar aún más el centralismo en la industria. Desde aquí no solo debemos fomentar la descentralización de la producción audiovisual al ICAU y otras organizaciones para la implementación de programas y convocatorias que apoyen proyectos y profesionales fuera de Montevideo. Desde aquí debemos trabajar en iniciativas para promover la formación y capacitación audiovisual y debemos generar nuestros propias políticas públicas al respecto para impulsar un modelo de desarrollo sustentable y posible.!