Por Luis Anastasía
El Ministerio de Salud Pública actualizó en este mes los datos de muertes totales en el país que ocurrieron en el año 2022, así que se realiza un nuevo análisis, como los que se han publicado en esta misma revista (Extramuros) en anteriores ocasiones.
A partir de los datos de muertes totales para un periodo de 23 años, entre 1997-2020, se tiene que el promedio de defunciones es de 32.473 cada año, con un valor mínimo de 30.454 y un máximo de muertes registradas de 34.807. En otras palabras, para estos 23 años ocurrió que las muertes están en un rango de unas 2.200 en más o en menos con relación al promedio.
Expresado en porcentaje, las muertes se encuentran en un rango de ± 6,7 % respecto a la media.
De acuerdo con la evidencia, las muertes ocurridas en el año 2021 fueron el 26,7 % más respecto al promedio. Esto es cuatro veces el máximo esperado (de +6.7% de aumento máximo).
Este exceso de muertes no ocurrió en todo el año 2021, comenzó a partir del segundo semestre abril-mayo-junio como quedó demostrado en este artículo.
Ahora que se cuenta con el total de muertes en el año 2022, el resultado es que tuvimos un 21 % más que el promedio. Tres veces más que el máximo esperado para el periodo de 1997-2020 que se toma como comparación.
En síntesis, las muertes ocurridas en los años 2021 y 2022 presentan un altísimo exceso de muertes sobre lo esperado.
Desvío estándar muestra lo absolutamente improbable de este fenómeno.
Utilizando otro índice, llamado desvío estándar (SD), se puede conocer la probabilidad de que se dé determinado valor, en relación al promedio. Por ejemplo, ± 1SD define los límites entre los cuales es esperable encontrar el 68,2 % de los datos, ± 2SD es el rango del 95,4 % y ± 3SD el 99,6 %. Es decir, a medida que los SD se hacen mayores, la probabilidad de que un dato se encuentre en la distribución de valores se reduce rápidamente, tanto que a partir de 3SD se considera que la probabilidad tiende a ser 0. Para el periodo 1997-2020 el valor de 3SD es de 3.396. La probabilidad de que un valor superior a ese sea esperable encontrar en ese periodo de 23 años tiende a ser 0.
Las autoridades nacionales y los expertos sanitarios, así como la prensa “grande”, guardan un hermético silencio respecto de este fallecimiento fuera de lo normal de ciudadanos uruguayos, que ya ha completado dos años repitiéndose (comenzó el mes de marzo de 2021, coincidentemente con el comienzo de la vacunación “anti-Covid”), y que -por los datos parciales que se conocen- sigue ocurriendo durante 2023.
Científicos, médicos y funcionarios de salud, gobierno y prensa, siguen ignorando activamente este fenómeno en curso en el país.
Datos extraídos de la Revista Extramuros, que dirige Aldo Mazzucchelli