sábado 23 de noviembre, 2024
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La mujer y su reinvención

Agustina Escanellas
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Agustina Escanellas

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Por Agustina Escanellas
En una época de nuestras vidas en donde se predica la necesidad e importancia de los cuidados en la esfera privada y habiendo vivido la pandemia generada por el COVID-19, el lugar de la mujer ha cobrado más importancia y se visualiza una reinvención de su rol dentro y fuera del hogar.
Si nos remitimos a las cifras, hay algunas que no nos favorecen. De acuerdo con la Comisión Interamericana de Mujeres (OEA-CIM), la emergencia derivada del COVID-19 provocó impactos específicos sobre las mujeres y profundizó las desigualdades de género existentes, tanto al interior de los hogares como fuera de ellos, en los hospitales y centros sanitarios, en el trabajo y también en la política.
Por otra parte, indican un aumento de la violencia de género, que se recrudeció por el confinamiento y por el limitado acceso de las mujeres a los servicios públicos de atención, prevención y sanción de la violencia, que no son considerados como esenciales.
Globalmente, las mujeres son más pobres que los hombres y se están sintiendo los efectos en el ámbito económico y en el mercado de trabajo, también segmentado por género. Las mujeres representan una gran proporción de la economía informal en todos los países.
De acuerdo con la CEPAL la crisis generada por la pandemia del COVID-19 impactó negativamente en la ocupación y en las condiciones laborales de las mujeres en América Latina y el Caribe, generando un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral, de acuerdo con el Informe Especial COVID-19 N°9: La autonomía económica de las mujeres en la recuperación sostenible y con igualdad.
Pasado el tiempo, las lecciones que han dejado pandemias recientes (Ébola, Zika, SARS) han demostrado que la incorporación de las mujeres en el abordaje de la emergencia es fundamental y provocan en la mujer una posibilidad de reinvención personal.
El hogar pasó a ser el ámbito donde todo ocurre: el cuidado, la educación de los niños, niñas y adolescentes, la socialización, y el trabajo productivo.
Las madres dedican más tiempo a mantener el hogar, «una dinámica ya presente a lo largo de varias décadas». Las investigadoras citan un estudio de Lidia Ferré, de la Universidad de Barcelona, quien calcula que las mujeres tendieron a asumir la responsabilidad principal de la mayoría de la carga doméstica y del cuidado de los hijos durante la pandemia, aun en el caso de que ambos progenitores estuvieran trabajando durante la cuarentena. En concreto, la brecha de trabajo en el hogar aumentó en más de una hora, según Ferré.
Fuera de los hogares, las mujeres también constituyen el mayor contingente que está asumiendo los cuidados, en el sector de la sanidad, en el trabajo doméstico remunerado y en centros especializados de cuidado de menores, adultos/as mayores y personas con discapacidad, situación que conlleva impactos diferenciados sobre la salud de las mujeres y las expuso a un mayor riesgo de contagio.
Mirar lo positivo, sacar las conclusiones que nos impulsen a ir para adelante como lo hemos hecho a lo largo y ancho de la historia.
Debemos pensar que el acceso a la tecnología que nos ha permitido el COVID-19, nos abrió el mundo. Tenemos más conocimiento, aprendimos, crecimos, vimos más oportunidades, cambiamos estrategias, nos convertimos en emprendedoras, aprendimos sobre redes sociales… nos reinventamos una vez más, cuidando y siendo el pilar fundamental en nuestras familias.
Siglos de experiencia y de lucha, sabemos que la esperanza no se construye solo con optimismo, sino principalmente con activismo. Con convicción, con entereza y con esmero. Eso es lo que hacemos diariamente. Porque creemos en nuestras capacidades y hemos demostrado que siempre estamos a la altura de las circunstancias porque cada crisis es una oportunidad de reinventarnos.