Por Karina Izaguirre
El 1º de septiembre de 1973, con una alumna y una máquina de escribir comenzaba a gestarse Mundo Nuevo. Fueron miles de alumnos que a lo largo de estos 50 años pasaron por las aulas de Instituto Mundo Nuevo y se formaron para el mundo laboral, mediante capacitación profesional y sobre todo calidad humana. La decisión del cierre de la institución no se da por una situación puntual, sino, tal como explica su directora, se trata de una decisión pensada y reflexionada desde hace tiempo. La Operadora en Psicología Social Margarita Baldassini -Directora y responsable de Instituto Mundo Nuevo- dialogó con CAMBIO acerca del cierre de un nuevo año que coincide con el cierre del centro educativo e hizo una reflexión del camino recorrido a los largo de medio siglo de vida.
¿Qué la llevó a tomar la determinación de cerrar un instituto tan importante para Salto y la región?
-Mundo Nuevo tenía una misión que era 50 años, en este momento salimos por la puerta grande con el corazón lleno de alegría, realizamos de corazón y con mucha responsabilidad nuestra labor, siempre partimos de calidad humana y profesional. Nuestros cimientos siempre fueron: seriedad, responsabilidad, educación en valores y desarrollo integral. Para nosotros cada persona es única e irrepetible y si bien el instituto cierra sus puertas, no cierra lo sembrado. Lo que se siembra no se pierde y les dejó un legado muy importante a todos los que de una u otra manera fueron parte de la institución.
-¿Cuántas personas se han capacitado a lo largo de estos años?
-Miles de miles, hubieron años que teníamos entre 300 y 400 alumnos. Tuvimos alumnos de Salto, de todo el litoral, de Argentina y Brasil. Sé que la decisión sorprendió a muchos pero me voy tranquila del trabajo que he realizado en todos estos años. Si bien es un cambio muy grande en mi vida, seguiré realizando charlas, conferencias, talleres.
¿Cuáles son los planes que tiene de ahora en más?
-En estos momentos pienso que me debo a mi familia, durante tantos años llegar a las 10 de la noche a tu casa y que siempre te esperen con una mesa pronta, es un acto de amor que hay que valorar. Es una etapa diferente que voy a disfrutar. En la vida cuando tomamos la decisión de hacer determinadas cosas debemos hacerlas con paz, coraje, sabiendo que siempre las cosas se dan por algo y siempre pienso que es para algo mejor y diferente.
-¿Qué reflexión les dejaría a todas las personas que fueron parte del instituto?
Simplemente darles las gracias, gracias enormes a todas las personas que confiaron en Mundo Nuevo, que se capacitaron con nosotros y hoy en día los veo siendo unos profesionales. También agradecer a todas las personas que trabajaron en la institución, que fueron una parte muy importante del crecimiento del centro. Pienso que debo ser eternamente agradecida a quienes confiaron en nosotros a lo largo de estos 50 años y si es un mensaje sería mi legado.