jueves 21 de noviembre, 2024
  • 8 am

Elegir o no, ser mamá

Gisela Caram
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Gisela Caram

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Sol

Ps. Gisela Caram
El próximo domingo celebraremos el Día de la Madre, como todos los años, pensar este día como de especial encuentro, entre madres-hijos, madres en espera, madres de corazón.
Cada vez más las mujeres pueden interrogarse si quieren ser madres, así cómo, elegir el momento para serlo…
Los cambios en cuanto a la maternidad, van acompañados de cuestionamientos, toma de decisiones, y no existe un tipo de “mamá ideal”. Cada una se permite ser como puede, como le va saliendo.
Las mujeres hoy, proyectan sus vidas, pensando en primero estudiar, trabajar, viajar, divertirse. El no encontrar la pareja “esperada”, para acceder a la maternidad, lleva muchas veces a decidir esperar.
Hay mujeres que previendo que la espera se haga larga, acceden a la conservación de sus óvulos, gracias a las tecnologías de criopreservación o vitrificación, para poder utilizarlos más adelante, con su pareja o solas…
Sea como sea, la elección de la maternidad, si bien viene cambiando, es hoy por hoy una elección y no necesariamente un “mandato” socio-cultural en la mayoría de las mujeres.
Los cambios saludables en el rol materno, tienen que ver con el poder delegar el cuidado del bebé, no siendo absolutamente la madre, la que lo cuida. Compartir el cuidado con el padre, y de a poco ir incluyendo otras personas, favorece el desarrollo sano del niño.
Si bien en los primeros meses, al amamantar, la alimentación es exclusiva de la madre, el cuidado puede ser compartido con el padre, lo que le da cierta libertad, y la descomprime en esa sensación que puede tener, de estar postergando sus actividades; sintiéndose asfixiada por no poder moverse del lado de su hijo.
Esto no quiere decir que no ame profundamente a su hijo, solo que el sentimiento de un vínculo de dependencia, a veces la deja desligada de otros vínculos importantes en su vida.
El que una madre primeriza, se sienta a veces frustrada porque no tiene las mismas libertades que antes, es natural.
Quizás, es el momento en delegar algunos cuidados, para no dañar el vínculo temprano con su bebé. Más vale que alguien se haga cargo unas horas, y esta madre pueda airearse, y, seguramente volverá con más ganas y otra energía al encuentro con su hijo.
La mayoría de las parejas con hijos pequeños, sin darse cuenta, se postergan, en función del cuidado del niño. Así como también muchas veces, al estar tan pegada la madre al niño, no deja lugar al padre, quien se siente excluido…
El acordar desde las etapas previas al nacimiento el cuidado compartido, hace que los roles no queden tan divididos, la madre cuida del niño y el padre sale a trabajar…La flexibilidad en los roles familiares y laborales, genera un enriquecimiento en la pareja, donde se busca no dejar afuera al padre, incluyéndolo en los cuidados
Sin lugar a dudas, repartir la vida entre la familia y el desarrollo personal, la vida de relación, lleva a que algún día, cuando estos hijos crezcan no quede ese sentimiento de vacío, de enojo, de malestar, rabia, reclamos…porque se dedicó enteramente y exclusivamente a ellos…
Hay algunas películas interesantes en torno a la maternidad*, que nos pueden ayudar a pensar aspectos que se han visibilizado a través del cine, como las madres que abandonan a sus hijos, los embarazos adolescentes, los miedos a las responsabilidades de la crianza, las culpas, la adopción, etc., cuestiones que hacen a los sentimientos humanos.
Quizás, de los puntos más importantes uno sería el adelantarse a pensar, QUÉ SE QUIERE…
El obviar este paso, a veces, no permite que se tomen decisiones asertivas, que son las que nos generan la armonía necesaria evitar vínculos conflictivos.
* “La hija oscura”, “Marca de vida”, “Camino a casa”, “Madre de alquiler” “Juno”, “Los muchachos de mi vida”, entre tantas películas para pensar temas en relación a la maternidad.