sábado 17 de mayo, 2025
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Estudio muestra una alta variabilidad de rendimientos del cáñamo en nuestro país

Edicto Matrimonio

El pasado 17 de julio, en la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República, se dieron a conocer los resultados de una investigación crucial sobre el cultivo de cáñamo en Uruguay. Esta investigación se desarrolló en el marco de un convenio entre el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y la Facultad de Agronomía, en colaboración con las intendencias de Canelones, Maldonado y San José.
El convenio tuvo como principal objetivo avanzar en el conocimiento de los sistemas de producción de cáñamo, enfocándose en la producción de flores deshidratadas destinadas a la exportación. Este trabajo se basó en la base de datos de productores registrados en la Dirección General de Servicios Agrícolas del MGAP, abarcando cultivos tanto a campo abierto como bajo invernaderos en las zonas de mayor concentración de productores en los departamentos mencionados.
La metodología incluyó el monitoreo y la evaluación constante de cada cultivo, con visitas mensuales a los predios y la realización de análisis de suelo, agua y foliares. Se instalaron pluviómetros en todos los cultivos de campo y se llevaron a cabo análisis de THC-CBD y de la intercepción de radiación solar. El estudio, basado en el análisis de brechas de rendimiento y diagnóstico agronómico regional, se diseñó para publicar sus resultados antes de la próxima zafra, con el fin de proporcionar a los productores datos útiles para la toma de decisiones.
Principales Desafíos del Sector
Entre los problemas más destacados por los productores para el desarrollo del sector, se encuentra la comercialización y los mercados, señalados por 16 de los 22 productores entrevistados. También se mencionaron dificultades en el secado y la poscosecha, problemas sanitarios durante el cultivo, especialmente la incidencia de hongos en la floración, y el limitado acceso a conocimientos y capacitaciones.
Se observó una notable disminución en la superficie cultivada y en el número de empresas entre la primera y la segunda zafra, atribuida a problemas de comercialización y a la caída de los precios de venta. Entre 2021 y 2022, el valor exportado de flores no psicoactivas se redujo en un 35%, principalmente debido a la disminución de los precios. Además, se registró una alta proporción de descartes por no cumplir con los estándares de calidad exigidos por los mercados. Desde 2018, Uruguay exportó 12,000 kg de flores no psicoactivas, pero la crisis comercial de la zafra 2021/22 evidenció las dificultades del sector.
Cambios en la Estructura de las Empresas
En la zafra 2021/22, coexistieron empresas de pequeño y gran porte, mientras que en la zafra siguiente, la mayoría de las empresas tenían superficies menores a 2 hectáreas. Las empresas con experiencia previa representaron el 78% en la zafra 2021/22, pero en la siguiente zafra, todas las empresas que continuaron en el rubro contaban con experiencia previa. La producción de cáñamo no era la principal fuente de ingresos para la mayoría de las empresas, que diversificaban sus actividades con ganadería, agricultura, apicultura y turismo.
Empleo y Productividad
En 2023, el sector del cannabis empleó directamente a 900 personas en 102 proyectos, destacándose por su alta demanda de mano de obra. La mayoría de las empresas contaban con personal permanente y contrataban jornaleros para tareas específicas. En cuanto al secado de flores, el 59% de los predios de la zafra 2021/22 realizaban el secado en sus propios predios, mientras que un 32% contrataba servicios especializados. Este aspecto se destaca, ya que el 27% de los productores identificaron el secado y la poscosecha como limitantes principales, afectando la calidad del producto.
Variabilidad en los Rendimientos
El estudio reveló una significativa variabilidad en los rendimientos entre predios, con valores que oscilaron entre 200 y 1684 kg/ha en cultivos a campo y 64 a 2124 g/m² en invernaderos. Los mayores rendimientos se lograron con mayor densidad de plantación y mejor intercepción de luz. La fracción PAR interceptada y la densidad de plantación demostraron ser claves para explicar los rendimientos. La variación en la fracción PAR interceptada se relacionó con la densidad de plantación, la materia orgánica del suelo y la nutrición de la planta, siendo los cultivos con mayor contenido de nutrientes y materia orgánica los que obtuvieron mejores rendimientos.
A pesar de la importancia de la intercepción de luz, se identificaron otros factores limitantes, como la calidad del agua de riego y la nutrición con nitrógeno y potasio. La correlación negativa entre el sodio en el agua de riego y el rendimiento subraya la sensibilidad del cultivo a la salinidad. Se recomienda realizar experimentos controlados para identificar niveles óptimos de fertilización y demanda de agua, así como estudiar los efectos de diferentes tipos de podas en la calidad y el rendimiento del producto.