martes 22 de octubre, 2024
  • 8 am

Allanamientos nocturnos ¿Qué hay detrás?

Carlos Arredondo
Por

Carlos Arredondo

24 opiniones

Por Carlos Arredondo

“El hogar es un sagrado inviolable, de noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe y de día, sólo de orden expresa de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley”. Así reza el actual texto del artículo 11 (sección II, Derechos, Deberes y garantías) de la Constitución de la República y el próximo 27 de octubre, en simultáneo con las elecciones nacionales, la ciudadanía tiene la opción de cambiarlo por: “El hogar es un sagrado inviolable. Nadie podrá entrar en él sin el consentimiento de su morador, o por orden expresa y fundada de juez competente, dictada por escrito en los casos y formas establecidas por la ley”.
La modificación fue propuesta por el senador del Partido Nacional Carlos Camy y según publicó La Diaria el pasado martes 13 de agosto, “logró la convocatoria al plebiscito tras recabar las firmas de 71 legisladores de la coalición de gobierno mas el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), superando así los dos quintos de la Asamblea General requeridos”.
A grandes rasgos, y de acuerdo con los impulsores de la iniciativa, la modificación es necesaria porque los narcotraficantes actúan en la madrugada y el texto vigente actúa como “protección” y los malvivientes se aprovechan de la situación para organizar y llevar a cabo sus fechorías. La argumentación resulta un tanto rebuscada si tenemos en cuenta que el artículo 11 es uno de los orgullos jurídicos de nuestro país.
La propuesta, no solo nos mueve el piso jurídicamente, sino que delata la incapacidad del sistema de enfrentar un problema, salvo que, como en otras ocasiones, las verdaderas intenciones estén en otro lado, lo de los narcos sea solo una excusa y los verdaderos alcances de esta movida recién comencemos a verlos dentro de algún tiempo.
Es que la intención plebiscitaria habla muy mal de la policía nacional y de los aparatos de inteligencia. Me explico: Cualquier persona con sentido común sabe que el aparato policial de cualquier país, con toda su infraestructura humana y logística y fundamentalmente con toda su experiencia, nunca puede ser sobrepasado por ninguna banda delictiva si en realidad todo este aparato hace su trabajo seriamente. De hecho: Si lo hiciera seriamente las bandas nunca llegarían a ser más que barritas de amigos con intenciones delictivas.
Es imposible creer que una banda de delincuentes, porque tienen plata, se convierten en inaccesibles para la policía y todos sus años de experiencia. Tan imposible como creer que habilitando los allanamientos nocturnos -esto quiere decir: avasallando los derechos de las personas- el problema se termina.
Que la clase política y dirigencial de este país asume la ingenuidad general como un hecho consumado y actúa en consecuencia, no es ninguna novedad, pero en este caso se les está yendo la mano. En lo personal creo que el delito no es resultado del poder económico de las bandas, ni de sus inteligentes estrategias, mucho menos porque la policía no se puede meter puerta adentro, de madrugada, en ninguna casa. Lo que sí creo es que la policía uruguaya sabe perfectamente quienes son, donde están, cómo operan, que hacen y qué dejan de hacer los narcotraficantes. Es que de no ser así estamos sosteniendo un aparato de seguridad que no sirve y sería ese el verdadero problema de la seguridad interna, y NO el hecho de que tengan, o no, la posibilidad de entrar de madrugada a una casa para sorprender con las manos en la masa a los delincuentes, como pretenden hacernos creer.
Que el poder económico de los narcotraficantes es grande, ya lo sabemos, ¿Pero tan fácil es ser delincuente en este país que solo con tener plata hay que modificar la constitución para poder atraparlos? No, La plata sirve para otras cosas -y vos y yo lo sabemos- y quizás sean esas “cosas” el verdadero problema de la “imposibilidad” de combatir el narcotráfico. De ser así ¿Por qué habilitar los allanamientos nocturnos, entonces?
Por eso la pregunta que es parte del título de esta nota ¿Qué hay detrás de estas intenciones?
En próximas entregas continuaremos analizando esta disparatada, y sospechosa, intención de modificar el artículo 11.