Por Gustavo Varela
En pocos días más, culmina la primera etapa del proceso eleccionario uruguayo, y todo indica que tendremos segunda vuelta o balotaje, como están pronosticando todas las consultoras.- Incluso, el candidato de la oposición al gobierno, así lo reconoció en las entrevistas a las que concurre, que no son todas.
En ésta primera instancia, el constitucionalista quiso que, no habiendo ningún candidato que alcanzara la mayoría absoluta, es decir el 50% más un voto, se pasara a una segunda vuelta, entre los dos primeros candidatos que resultaran de ésta, como una manera de que el nuevo gobierno, llegue con el respaldo de su fuerza política, pero además con el apoyo de otras fuerzas, en segunda vuelta, con las que tenga más afinidad.
Estos días, Mujica dio una entrevista, donde se quejaba del poco diálogo del actual Presidente, y para reafirmar el concepto, expresó que era un gobierno “luisista”, y no “nacionalista”.
Craso error del ex presidente o picardía política, pues el actual gobierno, subió con el apoyo de una mayoría y a pesar de todos los pronósticos (o deseos del FA) las mantuvo hasta el día de hoy, sólidamente, junto al Partido Colorado, Cabildo Abierto y al Partido Independiente.
El plan de vuelo que aplicó el Presidente Lacalle Pou, fue expresado con meridiana claridad en la primera vuelta de la elección anterior, y se refirmó en la segunda vuelta, donde se repitió una y otra vez que se gobernaría con el acuerdo de todos los partidos, para lo cual se firmó un documento para que no quedaran dudas.
Hoy, todas las fuerzas que componen la coalición gobernante, lo vuelven a afirmar. Si alguno de los partidos de la Coalición Republicana alcanza el gobierno, los demás partidos ayudarán en la gobernabilidad.
Una posición muy clara.
Lo que no es claro es la posición del opositor candidato, del que la ciudadanía no tiene noticias de cuál es su plan de vuelo, por más que sus dirigentes hablen de que tienen un plan de gobierno confeccionado por y para la gente.
El candidato a la vice por esa fuerza política Carolina Cosse, acaba de expresar con meridiana claridad que ellos no tienen plan de gobierno, que a lo sumo son “bases”, y que el plan lo van a dar a conocer después de la elección.
Un brutal sincericidio, diría un dislate, como nos tiene acostumbrado el candidato Orsi.
Querer y pedir gobernar, y no saber para qué, es como “Orsiquear”, diría un amigo mío.
Es brutal tener un candidato, al que no lo dejan decir nada más que generalidades, pues las fuerzas internas de esa fuerza, no se ponen de acuerdo, y para ir llevándola e ir disimulando, lo hacen “Orsiquear”.
Al lector, cuando vote, piense en las “certezas” de los integrantes de la Coalición Republicana y no en las “incertidumbres” del Frente Amplio por el enfrentamiento entre los Tupamaros y Comunistas, los grupos que hoy lo controlan.
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