Dr. Fulvio Gutiérrez
El domingo 27 de octubre pasado, se realizaron las elecciones nacionales, para presidente y vice de la República, integrantes de la Cámara de Representantes y de la Cámara de Senadores e integrantes de las Juntas Electorales en cada departamento. El Frente Amplio obtuvo la mayoría en la Cámara de Senadores, ninguno de los partidos logró la mayoría de la Cámara de Representantes, y como ninguno de los candidatos a la presidencia de la República obtuvo el mínimo requerido para ganar en primera vuelta. Los cargos de presidente y vice se dilucidaron en el balotaje que se realizó el pasado domingo 24 de noviembre entre los candidatos que habían obtenido el mayor número de votos. En dicho balotaje, fue electo Presidente de la República, el candidato del Frente Amplio Yamandú Orsi, quien superó en votos al candidato de la Coalición Republicana Álvaro Delegado. Para sorpresa, en la primera vuelta, pese a que la Coalición Republicana obtuvo cerca de 100.000 más que el Frente Amplio, finalizado el escrutinio y otorgadas las bancas, el Frente Amplio obtuvo la mayoría de cargos. ¿Qué había pasado?
Que la Coalición Republicana, conformada por el Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente, y el Partido Constitucional Ambientalista, no se había registrado como tal en la Corte Electoral. Como consecuencia de ello, los mencionados partidos que la integraron, no podían acumular voto entre sí, sino que cada uno fue considerado como lema independiente y distinto de los demás. Es decir, la Coalición Republicana existía desde el punto de vista político, pero no desde el punto de vista jurídico. No estaba registrada como lema. Si todos los votos de los partidos de la coalición hubieran ido a un mismo lema, la Coalición Republicana hubiera obtenido mayoría en ambas cámaras (16 senadores y 50 diputados) y el Frente Amplio se hubiera quedado con 47 diputados y 14 senadores. Los otros dos legisladores de la cámara baja, serían de Identidad Soberana, el partido de Salle. Una omisión imperdonable.
Eso no puede ocurrir nunca más. Tengamos en cuenta que el domingo 11 de mayo de 2025, se van a realizar las elecciones departamentales y municipales. Entonces, las autoridades de los partidos políticos en cada departamento, deben proceder de inmediato a formalizar la Coalición Republicana, y, en consecuencia, actuar los cinco, bajo el lema “Coalición Republicana”, conformando así, una agrupación política que, además, tenga existencia jurídica ante la Corte Electoral. Los partidos políticos que integran esa coalición, no pierden autonomía ni independencia, como ha ocurrido en la coalición que hoy actúa bajo el lema Frente Amplio.
La historia enseña, que, durante el siglo pasado, los partidos políticos de izquierda, el Partido Socialista y el Partido Comunista, votando separados, tuvieron una baja votación y que, a lo sumo, en algunas oportunidades obtuvieron una banca en la Cámara de Representantes, pero no más. Sin embargo, el 5 de febrero de 1971, una coalición de varios partidos políticos, se registra en la Corte Electoral bajo el nombre de Frente Amplio. Lo integraban en aquel momento, el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Partido Demócrata Cristiano, más otros sectores de izquierda menores, y varios grupos disidentes blancos y colorados. Así comenzó su vida política el Frente Amplio, ganando el gobierno del país por primera vez en el año 2004.
Lo ocurrido a nivel nacional, no se puede repetir a nivel departamental. Urge entonces que los Partidos Nacional, Colorado, Cabildo Abierto, Independiente y Constitucional Ambientalista registren en la Corte Electoral el lema “Coalición Republicana”, para comparecer en las referidas elecciones departamentales y municipales del domingo 11 de mayo de 2025, y acumular sus votos bajo el mismo lema. No se puede cometer a nivel departamental, el mismo error que se cometió a nivel nacional. Los votantes de la Coalición no se lo merecen.
