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A menos que haya visitado la Estación de Cría de Fauna Autóctona de Pan de Azúcar a mediados de la década de 1990, es probable que nunca haya visto un yaguarundí (había dos ejemplares que murieron en fechas no determinadas). Es probable que hasta no haya visto una foto o que ni quisiera haya oído hablar de este animal. Y esto se debe a que el yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) es un felino “controversial” cuya presencia en el país ha levantado debates: se ha afirmado, luego puesta en duda y finalmente, confirmada. El yaguarundí en Uruguay es esquivo. Tanto que en los últimos 30 años solo ha sido visto y registrado en cuatro oportunidades. La última fue en 2020.
AVISTAMIENTOS
Pero es más conocido en el continente. Luego del jaguar y del puma, es el felino con la mayor distribución geográfica: desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina. No obstante, siempre fue un poco “extraño” porque es el félido que siempre ha aparecido en menor proporción en los ensambles (conjuntos) de especies de regiones específicas. Especialistas afirman que se trata de una especie escasa, posiblemente amenazada y para la cual se necesita investigar y determinar su estado de conservación en el país.
CARACTERÍSTICAS
Es un felino pequeño que llama la atención por dos aspectos: porque su coloración es pareja (no tiene manchas) y porque tiene una forma alargada, con patas cortas, cabeza pequeña y orejas redondeadas. Su pelaje es variable: amarronadonegruzco, grisáceo o rojizo-amarillento, incluyendo tonalidades intermedias. Este es un formato corporal atípico para un felino fue uno de los argumentos para dudar de su parentesco con el puma. Si se tiene en cuenta que ocupa selvas tropicales y subtropicales, sabanas, bosques secos, pajonales y arbustales, desde el nivel del mar hasta los 3.200 metros, los mapas de distribución potencial para la especie indican que podría ocupar buena parte del territorio uruguayo.
EN ZONA DE LA REPRESA
Pero, por alguna razón, la suerte del yaguarundí nunca fue buena en este país. El primer registro data de 1887 y apuntaba a los montes de Tacuarembó y Cerro Largo. Un investigador en 1935 ya hablaba de que se lo debía considerar extinto. Años después, en 1972, fue retirado de la lista de mamíferos nativos con el argumento de lo que se podía encontrar no eran yaguarundíes sino gatos montés de color negro. Hubo que esperar hasta 1987 para que se hablara de otro ejemplar; en ese caso, uno encontrado durante las obras de la represa de Salto Grande.
REGISTROS RECIENTES
Los registros recientes ocurrieron todos contra la frontera. En agosto de 2015 fue captado un ejemplar por cámaras trampa en Paso Centurión, departamento de Cerro Largo, en 2016 un ejemplar de pelaje oscuro cazado por perros en Sierra de Ríos, en 2020, otro en Las Cañas (las dos localidades se ubican en Cerro Largo). Uno de los que fueron enviados a la reserva de Pan de Azúcar fue capturado con una trampa jaula en el arroyo Sepulturas, en Artigas, en 1992.
AMENAZAS PARA EL YAGUARUNDÍ
La conservación del yaguarundí estaría en riesgo debido a que su población sería sumamente pequeña (ni siquiera se puede estimar por el momento), por lo que se considera que se debe salir al campo para ubicarlos y estudiarlos. Necesita esfuerzos específicos para investigar en los departamentos de la frontera con la colocación de cámaras trampa por dos o tres años y una evaluación de los recursos naturales.